Es un clásico de todos los años que, tras la llegada de Papá Noel e incluso antes de los Reyes Magos, algunos comercios ofrezcan apetitosos descuentos para incrementar ventas, deshacerse del remanente de stock y aligerar “la cuesta de enero” en los escuálidos bolsillos de los clientes.
No obstante, en el fragor de la numerosa afluencia que abarrotan por estas fechas las centros comerciales, los grandes y coloridos carteles que promocionan extraordinarios descuentos y la música a veces ensordecedora de las tiendas, los clientes se olvidan o simplemente no se acuerdan de sus derechos a la hora de adquirir un producto o contratar un servicio.
En términos generales, los principales aspectos a tener en cuenta son:
1-Las normas establecen que los productos deben haber formado parte de la oferta habitual del establecimiento durante al menos, un mes. No pueden tratarse de productos con taras, defectos, incompletos, descatalogados o de saldos de temporadas pasadas.
2- Los objetos deben mostrar, junto al rebajado, su precio original, o bien indicar de forma clara el porcentaje de la rebaja o descuento.
3-La garantía y el servicio postventa no varía, independientemente que el producto sea comprado durante el periodo de rebajas o no.
4-En caso de que se establezcan condiciones especiales para el periodo de rebajas, como puede ser la forma de pago o en las devoluciones, debe estar indicado expresamente. De lo contrario, debería aplicarse la misma política que en el resto del año.
5- En las tiendas físicas, los bienes sujetos a descuentos tienen que estar claramente identificables en una zona destinada al periodo de rebajas. Estos productos no pueden desperdigarse por la tienda ni intercalarse con los nuevos modelos. En pocas palabras, deberán situarse en un espacio concreto diferenciado del resto de la tienda. Esta medida persigue el objetivo de evitar confundir al cliente y se engloba dentro de las buenas prácticas comerciales y de transparencia.
Peculiaridades de las compras por Internet
Antes de gestionar transacciones online se torna imprescindible hacer una serie de comprobaciones.
En relación a la empresa hay que comprobar la identidad de la empresa como el nombre o razón social, CIF, domicilio, datos de contacto. Esta información puede encontrarse en el Aviso Legal o Condiciones Generales de la web. Se deben evitar las páginas web sin dominio legal en España o sin servicio de atención telefónica al cliente. En caso de desistimiento o de reclamación, el comprador tendrá graves dificultades para hacer valer sus derechos.
Sobre el producto, es necesario confirmar precio, gastos adicionales, forma de pago, plazos de entrega, derecho de desistimiento, plazo de validez de la oferta. Deberá incluirse información sobre los impuestos, los gastos de envío y otros posibles costes adicionales. Al igual que en las operaciones en tienda física, el consumidor tiene 14 días naturales para devolver su compra sin necesidad de justificar el motivo (derecho de desistimiento). No obstante, salvo que se indique lo contrario, los gastos de envío para devolverla deberá pagarlos el consumidor. Sólo en caso de defecto o cambio del producto, los costes serán abonados por el vendedor.
Por último, para evitar fraudes financieros, es importante que cualquier operación vía Internet se efectúe en una web “segura” comprobando que la dirección URL comienza con https. Asimismo, se recomienda el pago con tarjeta y se desaconseja el abono a través de transferencia bancaria
En cualquier caso, las transacciones comerciales de bienes y servicios contratados durante el actual periodo de rebajas estarán sujetas a la nueva Ley de Consumo vigente a partir del pasado 1 de enero.
