La ministra de Educación, Isabel Celaá, comparece tras la reunión del Consejo de Ministros en el que ha presentado el borrador de la reforma de la Formación Profesional. Entre las principales novedades está la creación de pasarelas entre la FP y la universidad. Así, los alumnos de FP podrán cursar asignaturas en la universidad y viceversa.
Este anteproyecto de ley llega este martes al Consejo de Ministros en primera lectura con el objetivo de impulsar esta formación con una mejor salida laboral y con mayor calidad formativa.
Celaá explica que la reforma de la FP es un objetivo sostenido desde el año 2018 en que el PSOE llegó al Gobierno. Se trata, según explica, de «una FP de primer nivel que responda a los intereses, expectativas y cualifiaciones de personas a lo largo de su vida».
Esta futura ley supondrá, según la ministra de Educación, «un desarrollo del talento adaptado al modelo productivo de país».
Se trata de una norma que reformará la FP con una norma revolucionaria para esta formación en España. Esta reforma de Isabel Celaá supondrá más flexibilidad, con microformaciones y títulos de másteres de especialización. Además, habrá pasarelas con la universidad, bilingüe y con más prácticas en empresas.
Juntas la Formación Profesional educativa y la del empleo
Por tanto, la Formación Profesional se integrará en un solo sistema: la FP educativa y la FP para el empleo. Esto creará un sistema formativo más dinámico, y regulará también el reconocimiento de «otras vías de adquisición de competencias», como la experiencia laboral.
En la nueva legislación todas las ofertas formativas tendrán carácter acreditable y se podrán acumular. Así, se permitirá a cada alumno progresar en sus itinerario de formación. También podrá obtener acreditaciones, certificaciones y titulaciones con reconocimiento estatal y europeo.
Problemas estructurales actuales de la FP
La ministra explica que en la actualidad la FP presenta problemas estructurales «a los que queremos dar solución». Según explica, hay un escaso número de técnicos de grado medio. «El 25%, cuando Europa nos dice que el 50% de trabajos requerirán de la cualificación intermedia». Además, en España el paro juvenil es el doble de la zona euro.
Otro de los problemas de la FP actual es que un 46% de los profesionales no tiene reconocidas oficialmente sus competencias adquiridas por la experiencia laboral. Además, la ministra destaca el escaso tiempo que se atribuye a la formación de los trabajadores en España. De hecho, sólo son 17 horas en España, frente a las 50 horas en Alemania, por ejemplo.
Otro dato negativo de la actualidad son las bajas tasas de alumnos de FP, la mitad de la media europa.
Para superar estos problemas, Celáa lleva al Consejo de Ministros el borrador del anteproyecto, que establece «un nuevo ordenamiento más flexible y ante una realidad diferente».
Así insiste y defiende que «necesitamos una nueva formación profesional».
Se sustenta en la participación, corresponsabilidad público privada, conexión de la oferta con la realidad laboral. Innovación e investigación aplicada al emprendimiento.
Salto radical respecto a la regulación anterior. Sistema único, no hay pérdida de eficacia.
La Universidad acabará por ser un centro de capacitación superior, una FP3. Hemos perdido el norte por seguir al mercado. Si por el mercado fuera la Universidad sobraría. No quieren gente pensante, sólo mano de obra barata y obediente.
Las AAPP siguen sin clasificar adecuadamente a sus Técnicos Superiores, según el EBEP:
Ley 7/2007, de 12 de abril, del Estatuto Básico del Empleado Público.