Comprar en internet es cada vez más frecuente. Sin prisas, sin estrés, sin buscar sitio para aparcar ni tener que hacer interminables colas. Sencillo, cómodo y muchas veces además más barato, este nuevo modelo de compras ha irrumpido en España de manera contundente durante los últimos años.
Para que nos hagamos una idea, según informaba La Vanguardia “los clientes de Amazon en todo el mundo pidieron más de 18 millones de juguetes y más de 13 millones de artículos de moda durante Black Friday y Cyber Monday”. En lo que a España se refiere, “Exclusivamente el día 23, día en que se celebraba el viernes negro, Amazon.es registró más de 190.000 pedidos de juguetes, más de 160.000 ordenadores y accesorios de informática y más de 150.000 productos para el hogar.”
Si queremos saber los beneficios de esta empresa lo tenemos más difícil. Se desconoce la cifra de ingresos derivada de las ventas minoristas realizadas en Amazon.es, porque según explica el diario Expansión, las ventas se registran a través de una sucursal que consolida sus cuentas en la sociedad europea Amazon EU, que no desglosa las cifras de ingresos por países. La empresa de investigación de mercados Netquest estima en más de 4.200 millones los ingresos por comercio electrónico de Amazon en España.
Según esta publicación experta en cuestiones de mercado y empresariales, “el crecimiento de Amazon Spain Fulfillment es un buen indicador de la salud del negocio de la compañía”. Pero también añade que “Amazon Spain Fulfillment es la única sociedad que declara beneficios, con un resultado neto en 2017 de 3,85 millones de euros, frente a 1,45 millones del año previo. Esta compañía, que pagó 3,2 millones en impuesto de sociedades en 2017, tiene abiertos a inspección los cuatro últimos ejercicios para todos los impuestos, así como el impuesto de sociedades de 2013.”
Estos son los datos que nos hacen pensar que Amazon.es funciona. Al menos genera beneficios y los usuarios cada vez compran más a través de esta empresa. Pero, ¿estos beneficios redundan en sus trabajadores? Parece ser que no.
El salario medio de su plantilla se ha ido reduciendo durante los últimos años hasta los 26.600 euros, a pesar de que la empresa no ha dejado de obtener mejores resultados. Esto se debe a que se ha aumentado la plantilla incorporando a más empleados con menor remuneración. Algo así como venir a explotar a l gallina de los huevos de oro. Sabedores de que la empresa funciona, se abaratan los salarios de la mano de obra, se posibilitan así mayores ofertas y muchos beneficios que no redundan jamás en los trabajadores.
El diario La Información explicaba que “La compañía diferencia bien en el convenio colectivo que rige este centro de trabajo -el mayor de la empresa en toda España y el único que tiene convenio- entre dos calificaciones de los empleados: los ‘hourly’ (salario basado en las horas de trabajo) y ‘Salaried’ (por mensualidades). Entre el primer grupo se encuentran los escalafones más bajos de los retribuciones. Y es el único que tiene establecida una tabla salarial (“queda excluido de la regulación y sus condiciones retributivas quedan fijadas de conformidad con lo dispuesto en sus contratos individuales”).
Y precisamente el convenio tiene que ver en las huelgas que se vienen haciendo por parte de los trabajadores, y que precisamente seguirán mañana y pasado: los trabajadores acusan a la multinacional de haber cambiado el convenio de empresa por otro sectorial de forma «unilateral» para «recortar derechos» y suprimir complementos salariales vinculados a dos de las categorías profesionales que afectan a cerca de 200 personas.
Concretamente reclaman la subida salarial en base al aumento del IPC, y la exigen con carácter retroactivo para este recién cerrado 2018.
Avisan los trabajadores de que no pueden garantizar que los Reyes Magos puedan entregar a tiempo todos sus paquetes. Y es que, para que haya magia, deben respetarse los derechos de los trabajadores, los “pajes” en este caso.
