Sin la presencia de fuentes fidedignas ni contrastaciones, y con el permiso de los lectores, relataré una ficción que dibuje lo que algunos indicios parecen dejar entrever según algunos historiadores.
El deseo de crear esta leyenda sigue el hilo de ciertos artículos que buscan ampliar la biografía del emperador y seguir la tradición heterodoxa de la leyenda almeriense precedida por Almarico, presunto rey godo de Almeria. Dicho así, relato: “Marco Aurelio decidió apartarse de las responsabilidades del gobierno y buscar un lugar de tranquilidad y reflexión en el solar que luego sería llamado Almería.
Fue un retiro que dejó una huella duradera en la historia. En el año 172 d.C., Marco Aurelio, conocido por su sabiduría y filosofía estoica, emprendió un viaje a este terruño en busca de serenidad y aislamiento. Durante su estancia, se instauró en una fortaleza situada en lo alto de una colina que le brindaba una vista panorámica de la ciudad y el mar Mediterráneo (después sería la Alcazaba).
Este retiro tuvo lugar entre los meses de abril y junio, cuando el clima templado y la tranquilidad reinaban en la región. Durante su estancia Marco Aurelio dedicó su tiempo a la reflexión, la escritura y el estudio de la filosofía. Se sabe que redactó gran parte de sus «Meditaciones» en este periodo, una colección de pensamientos personales que revelaban su ética y su visión del mundo.
Estas reflexiones han perdurado a lo largo de los siglos y siguen siendo una fuente de inspiración para muchos. Además de su compromiso intelectual, Marco Aurelio también aprovechó su tiempo en aquella pre-Almería para promover iniciativas de bienestar y desarrollo en la región. Patrocinó obras de infraestructura, como la construcción y mejora de acueductos, así como la promoción de actividades culturales y deportivas.
Su presencia dejó una marcada influencia en el desarrollo y la prosperidad de la ciudad. Sin embargo, el retiro de Marco Aurelio llegó a su fin cuando las circunstancias políticas y militares lo llamaron de regreso a Roma. Aunque dejó atrás su apacible retiro, su tiempo aquí dejó una profunda impresión en su vida y en la historia del Imperio Romano.
Su filosofía estoica y su enfoque en la virtud y el autodominio se vieron reforzados durante su estancia”. Sin duda Maro, Aurelio fue una leyenda estoica, un filósofo, que podría llegar a todas partes.
