El Congreso vuelve a ser el punto de encuentro, a partir de las once de la mañana, de la reunión del PSOE con Unidas Podemos, sin que ambas formaciones políticas hayan suavizado ni un ápice sus respectivas posturas.
La reunión tiene lugar por orden del propio presidente del gobierno en funciones. Y es que Pedro Sánchez y su equipo de Moncloa empiezan a detectar que parte del electorado de izquierdas no cree que el único culpable de la falta de acuerdo la tenga Pablo Iglesias.
De hecho, al igual que en Unidas Podemos, el PSOE está muy pendiente de sondeos y encuestas antes de mover un dedo para un posible acuerdo o ir definitivamente a elecciones, que es la opción que ya barajan los dos partidos de izquierdas.
La posibilidad de que cierren un acuerdo esta misma semana que encarrile la investidura antes del 23 de septiembre es poco probable, y muchos ya vean como inevitable una repetición de las elecciones el próximo 10 de noviembre. Por su parte, los líderes del PSOE y Unidas Podemos, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias respectivamente, sufren a su vez fuertes presiones internas y externas para evitar, sea como sea, una nueva cita con las urnas.