El mundo que estos días comienza es absolutamente distinto al que abandonamos con el inicio del estado de alarma el pasado mes de marzo. La crisis sanitaria creada por el virus COVID-19 ha obligado a que todas las esferas de la sociedad se enfrenten a una vuelta a la ‘nueva normalidad’ en la que los hábitos de vida y consumo van a cambiar de un modo radical.
Evidentemente, la vida a la que las sociedades de todo el mundo estrenan estos días de desescalada es muy distinta: citas previas, bares y restaurantes a la mitad de su aforo, mascarillas en el transporte público…
También los hábitos de consumo, avisan los expertos, van a cambiar: los viajes turísticos serán menos y más cercanos, el tiempo de ocio se va a invertir en actividades dentro de casa y actividades que antes se hacían en plena calle, en los parques o en salas de celebraciones, como los cumpleaños infantiles, se harán ahora en casas o bajos privados tras pasar por una tienda de artículos para fiestas para montar una decoración imaginativa y personalizada.
Poco a poco, las personas tendrán que ir adaptándose a esta nueva forma de vivir, al menos hasta que exista una vacuna para el coronavirus que evite que la gente se vea afectada por la enfermedad y se pueda reactivar la vida tal y como se ha conocido hasta ahora.
El deporte, en casa
Durante estos meses de confinamiento obligatorio, la mayoría de personas han aprendido que dentro de las paredes de casa se pueden hacer innumerables actividades para matar el tiempo muerto.
Son muchos los que se han puesto manos a la obra para mantener la forma física gracia a ejercicios físicos dirigidos por vídeos de Youtube, planes mensuales de actividades deportivas o incorporando elementos que permitan practicar ejercicios como la bicicleta sin salir de casa.
Para esto último, los aficionados a los pedales han incorporado a su equipo de ciclismo rodillos para bicicletas, un aparato de entrenamiento que permite pedalear en una bici ordinaria como si se tratara de una estática. Son muchísimas las personas que han compartido en la red sus rutinas con la bicicleta sin necesidad de moverse del salón de casa.
Nuevas formas de ocio
Esta situación excepcional a causa del COVID-19 también ha demostrado que la imaginación no tiene límites y ha dado tiempo a muchas personas para comenzar a practicar nuevas formas de ocio que hasta el momento no se habían atrevido a probar.
Muestra de ello es el hecho de que los estantes de levaduras de los comercios han estado desabastecidos estos días: la gente ha comenzado a probar recetas de pan casero y a disfrutar de las bondades de preparar una buena masa y meterla al horno para comer algo realizado con sus propias manos.
Esto se extiende a la producción de yogures, nuevas recetas de pasta y un sinfín de ideas que se han estado compartiendo en WhatsApp, Facebook, Instagram y otras redes sociales como una forma de invertir el tiempo, disfrutar de la gastronomía y la cocina y además reducir así las salidas al súper.
Sin duda, un nuevo mundo comienza en estos mismos momentos: las formas de consumo han variado y el ocio y la diversión serán más caseros. Lo importante es encontrar el equilibrio entre la seguridad frente al virus y la posibilidad de disfrutar y divertirse sin problemas.
Esto es genial gracias por compartir