lunes, 29abril, 2024
13.1 C
Seville

Pichiponadas

Josep Jover
Josep Jover
Abogado especializado en Derechos Humanos de Tercera Generación y gestor de conflictos. Es uno de los juristas más importantes en Derecho de la Unión europea donde ha llevado frente al TJUE novedosos casos
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Joan Pich i Pon fue un político y empresario catalán del siglo XX que cometía errores lingüísticos y patinazos verbales constantemente, lo que llevó a la sociedad catalana a la creación del término «pichiponadas» en su honor. El término se utiliza, aún hoy en Catalunya, para referirse a errores de léxico por confusión del significado de palabras o frases hechas, y también se utiliza para referirse a tonterías o meteduras de pata.

Joan Pich i Pon es conocido por haber dicho frases como «Casi no sé firmar, pero sí sé hacer dinero», «venimos a inaugurar esta cacatúa” (por estatua)», «un restaurante con luz genital” (por cenital)», «armé una de órgano” (por órdago)»

Joan Pich i Pon, si es recordado por algo, es por haber cometido errores lingüísticos constantemente. Y eso le proporcionó el cariño incondicional de la gente, cariño que le permitía ocultar perfectamente sus tejemanejes, y sus continuos escándalos de corrupción.

Y cada vez que sus enemigos iban a por él, los periódicos se llenaban de la última piquiponada.  Una anécdota divertida que se le atribuye es cuando quiso presentar a un familiar a un grupo de señoras de la alta sociedad y dijo: «Aquí mi sobrino, que es sifilítico». «Filatélico, tío, filatélico», le corrigió el sobrino, aficionado a coleccionar sellos. Y eso coincidió fecha por fecha, a cuando se cambió al partido de Lerroux.

“Soy partidario del homosexualismo”, dijo en un discurso, alardeando de moderno; y, para su desgracia, aclaró: “es decir, que hombres y mujeres puedan amarse y dejarse cuando les parezca bien”.  Pero esta no fue su única incursión, involuntaria en este escabroso terreno, pues cuando la Gran Guerra, dicen que sentenció: «¡Barceloninos! Aquí no hay bifias ni bofias (filias ni fobias); aquí todos somos hermafroditas (neutrales)«.

Y no se crean que su carrera fue corta, varias veces concejal de Barcelona, diputado provincial, Comisario de la Exposición Universal de 1929 (después de la cual, y por las inquisitorias de corrupción, tuvo que desaparecer una temporada o hacer vida sedimentaria), subsecretario de la Marina civil, alcalde de Barcelona en 1935 y hasta Presidente de la Generalitat. Murió en París en 1936, después de ser imputado por el escándalo del estraperlo.

Esas palabras sin pies ni cabeza tales como “al oír cantar la Marsellesa se me erizan los pelos del corazón”, ¿no les recuerda a nadie?.

Pues sí. Es una característica propia e identificable de los líderes actuales del Partido Popular. Las meteduras de pata de Rajoy han estado casi al nivel de ser piquiponadas, y justamente, todo fue llegar a la cúpula de Génova 13, que empezó Feijóo a soltar tonterías a nivel Rajoy.

Eso solo nos puede indicar una cosa, que hay algún alto asesor del PP que conoce los efectos balsámicos de las pichiponadas. Posiblemente, sea ese su secreto mejor guardado.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído