Ayer miércoles la Cámara de Diputados aprobó la prohibición del uso de alimentos que la UE acaba de aprobar recientemente para la preparación de productos tradicionales rumanos.
Desde los impulsores de esta prohibición se defiende la necesidad de regular la harina proveniente de insectos para determinados productos, con el objetivo de salvaguardar los productos tradicionales y garantizar también una información precisa al consumidor.
De esta manera, los productos que contengan insectos deberán colocarse en un área designada a tal efecto, y separarse de los demás productos habituales.
La iniciativa se inició por parte del PSD, el partido Socialdemócrata rumano, como respuesta a la aprobación de la Comisión Europea para autorizar nuevos alimentos como la harina de insectos en el mercado europeo.
Según la legislación aprobada, los operadores económicos tendrán prohibido utilizar alimentos para producir artículos señalados en el Registro Nacional de Productos Tradicionales y en el Registro Nacional de Recetas Sagradas, según ha publicado Euractiv.
El Primer Ministro, Marcel Ciolacu, considera que la iniciativa promovida por el PSD sirve para «proteger los productos tradicionales rumanos, alineándose con las prácticas observadas en otras naciones europeas».
Autorización de insectos para harinas
Desde el año 2021 la UE ha autorizado la venta de productos derivados del grillo doméstico, la langosta, las larvas del gusano amarillo de la harina, las larvas del gusano de la harina, estableciendo para ellos los mismos criterios y controles sanitarios.
Esta cuestión ha supuesto un asunto controvertido, que cada vez va tomando peso, sobre todo por los problemas a la hora del etiquetado, que no estaría aportando información correcta al consumidor.
