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Trump arrasa en las primarias republicanas

El magnate neoyorquino se perfila como líder absoluto del partido conservador yanqui

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análisis

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El expresidente de Estados Unidos Donald Trump ha ganado los caucus republicanos de Iowa con un 51,1 por ciento de los votos de los ciudadanos vinculados al Partido Republicano, según las proyecciones de medios estadounidenses correspondientes al 94% del escrutinio. Si Trump gana los siguientes caucus, como New Hampshire, Nevada o Carolina del Sur, podrá decirse que tiene aseguradas las primarias, de manera que llegará como hombre fuerte de los republicanos a las elecciones presidenciales, donde puede disputarle la Casa Blanca a Joe Biden.

Mala noticia para el Estado de derecho que Trump esté arrasando en los comicios internos del partido rojo. De un tiempo a esta parte es como si los norteamericanos estuviesen cayendo en una especie de bebedizo populista, arrastrando a la primera democracia del mundo hacia un submundo oscuro. Nacionalismo, machismo, supremacismo, racismo, religiosidad fanatizada, anticientificismo, odio al adversario político, gamberrismo retórico y mala educación, todo eso es lo que promete Trump, un hombre que, pese a seguir acosado por múltiples casos de corrupción y escándalos sexuales, continúa seduciendo a las masas arruinadas por la crisis y descontentas con el sistema. Biden no es el líder que necesita el Partido Demócrata. Un anciano desnortado y confuso que saluda a personas invisibles cuando está en el escenario durante un mitin no parece el mejor candidato para frenar al nuevo fascismo posmoderno representado en la figura de Donald Trump. Ofrece una imagen de decadencia y desgobierno. Y tampoco ayuda la gestión que el actual presidente está haciendo de crisis monumentales como la invasión rusa de Ucrania o el genocidio israelí en Gaza. Los síntomas de debilidad del hombre fuerte del país se trasladan al resto del mundo, donde impera el caos y un nuevo orden mundial que más bien es desorden. El todos contra todos.

Es ese momento decadente por el que atraviesa la primera potencia planetaria el que está siendo aprovechado, una vez más, por alguien tan maquiavélico y psicótico como Trump, que ha sabido canalizar el odio del norteamericano medio hacia el establishment. Si el magnate neoyorquino consigue archivar sus numerosas causas (y puede hacerlo, ya que los republicanos controlan el Tribunal Supremo con sus magistrados peones), tendrá el camino allanado hacia la reelección, hacia cuatro años más de trumpismo que pueden resultar letales para el curso de la historia de la humanidad.

Apabullante victoria

Trump ha logrado la victoria en todos los condados excepto en uno y se ha hecho con 20 delegados (con 55.432 votos), una cifra muy superior a la del gobernador de Florida, Ron DeSantis, con ocho delegados (23.054 votos, el 21,2 por ciento), y a la ex embajadora de EEUU ante Naciones Unidas, Nikki Haley, con otros cuatro delegados y la victoria en el condado de Johnson (20.687 votos, un 19 por ciento), tal como recoge la cadena de televisión CNN, informa La Sexta.

La primera cita del calendario de primarias estadounidenses comenzaba este lunes con la previsión de que Trump se haría con la victoria en una jornada marcada por un frío “histórico” de 20 grados bajo cero, que ha dejado intensas heladas. El propio exmandatario había apuntado en la previa que esperaba tener “una noche tremenda” y había resaltado que “nunca ha visto un ánimo como el que hay ahora en todo el país, en Iowa”.

En una intervención tras conocer su victoria en Iowa, Trump afirmó que es hora de que Estados Unidos “se una”, en un mensaje conciliatorio al que enseguida siguieron comentarios contra los inmigrantes. Trump inició su discurso presumiendo de la gran participación en los caucus, la primera cita del proceso de primarias del Partido Republicano para la Casa Blanca, y del tamaño de la multitud que se agolpaba para verlo en el Centro de Eventos de Iowa en Des Moines, la capital del estado.

“Nuestro país debe unirse. Queremos unirnos. Ya sea republicano o demócrata, liberal o conservador, sería tan bueno si pudiéramos unirnos y solucionar el mundo, resolver los problemas y poner fin a toda la muerte y destrucción que estamos presenciando”, manifestó.

Trump dio un discurso similar al que habrían dado a lo largo de la historia otros aspirantes a la nominación presidencial republicana para las elecciones de noviembre, en las que el demócrata Joe Biden opta a la reelección.

Sin embargo, tras dar las gracias a su familia y recordar cómo falleció recientemente la madre de su esposa Melania, el exmandatario retomó su retórica antimigrante y dijo que el país sufre una “invasión” con la llegada de extranjeros a la frontera sur con México.

Sus palabras fueron recibidas con aplausos mientras sus simpatizantes gritaban su nombre, vestidos con gorras o agitando banderas con las letras MAGA, en referencia al eslogan de Trump en las campañas de 2016 y 2020: Make America Great Again (Hacer Estados Unidos grande de nuevo).

Entre el público se encontraban algunas figuras del ala ultraderechista del partido, como la congresista por Georgia Marjorie Taylor Greene, el legislador por Florida Matt Gaetz y la excandidata a gobernadora de Arizona Kari Lake, quien ha rechazado reconocer su derrota en 2022 por la gobernación.

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1 COMENTARIO

  1. Que mal sientan estas noticias a la progresía española que suele aparentar que nada de esto está pasando. Trump no es santo de mi devoción, prefiero a RFK una y mil veces, pero entiendo el cabreo del pueblo americano. Millones de votantes detestan al estado profundo y éste detesta a Trump, así que se aferran a el como a un clavo ardiendo. La lucha esta vez es a vida o muerte.

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