Aunque lo parezcan, ni esta novela ni esta entrevista son una broma, simplemente buscan la complicidad del lector, esa joya oculta a veces tan inaccesible. El editor coruñés Eduardo Riestra (1957) nos lleva de la mano en una gustosa y bienhumorada novela para recrearnos el ambiente que se vivía entre aquellos genios de las letras que explotaron bajo un “boom”, o bum, que aún resuena en nuestros sueños literarios más profundos. Enfermos de literatura, este libro nació para sanarnos. Lean a Eduardo Riestra en pequeñas dosis.
¡Ojo, peligro! Reputado e histórico editor “de provincias” anda suelto metido a novelista. ¿O no es para tanto?
Sí, sí, ¿cómo que no? Claro que es para tanto.
¿Desde hace cuánto tiempo tenía premeditado dar este ‘golpe’ al mundo de la ficción literaria?
Bueno, lo vengo rumiando desde hace muchos años, desde que tengo las hormigas de mis lecturas juveniles vagabundeando por mis entrañas y buscando la salida.
Usted, que conoce de sobra con qué mimbres juegan sus protagonistas en este universo, ¿teme represalias al respecto por parte de la crítica especializada?
Hombre, no. Espero complicidad.
Vayamos a su novela, ¿por qué Vargas Llosa precisamente?
Porque ha sido mi Virgilio desde que empecé con mis lecturas adultas, hace ya muchos años. Él resiste escribiendo mientras otros lo dejan o se mueren. Vargas Llosa es la referencia viva del bum y para el lejano adolescente que leía Conversación en la Catedral hace cincuenta años, alguien de la familia.
El Nobel hispano-peruano parece que tiene imán para protagonizar ficciones (o no tanto) literarias. Sin ir más lejos la reciente de Jaime Bayly Los genios…
Yo de ese libro de sal gorda y mala baba, malintencionado y torpe, prefiero no hablar.
“Desde que tengo las hormigas de mis lecturas juveniles vagabundeando por mis entrañas y buscando la salida tenía premeditado dar este ‘golpe’ al mundo de la ficción literaria”
¿Es esta novela también un libro de memorias todo en uno, además de puro divertimento?
Sí, claramente. Es, además de una novela, las memorias de un editor independiente y una guía de lecturas. Y, según me dicen, un texto muy divertido.
El protagonista es un editor metido a ‘negro’ de todo un Nobel de Literatura aún vivo. ¡Valiente osadía! ¿Ha visto cosas peores en este mundo durante su trayectoria profesional?
Sí, he visto cosas mucho peores, y usted también, porque se han exhibido mucho en premios millonarios y ocupan gran parte de las mesas de novedades.
Y para añadir aún más atractivo si cabe a este libro, hay que decir de él que es también un delicatessen para todo aquel que se considere un irredento libroadicto. ¿Es así? ¿Por qué?
No sé si tanto como el jamón de bellota o los percebes del Roncudo, pero es un libro para lectores, eso es verdad. Aunque los que no lo sean tanto también lo van a disfrutar (espero).
Editor, novelista ahora… Profesiones de riesgo en grado sumo. ¿Se cambiaría a estas alturas, por ejemplo, por un promotor inmobiliario de éxito?
Hombre, póngame usted otra tentación más apetecible. Por ejemplo, jugador profesional de golf. Por eso, sí.
