lunes, 29abril, 2024
13.1 C
Seville

Yo perplejo

Daños colaterales

Francisco Silvera
Francisco Silverahttp://www.quenosenada.blogspot.com.es
Escritor y profesor, licenciado en Filosofía por la Universidad de Sevilla y Doctor por la Universidad de Valladolid. He sido gestor cultural, lógicamente frustrado, y soy profesor funcionario de Enseñanza Secundaria, de Filosofía, hasta donde lo permitan los gobiernos actuales.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

Yo no soy neutral. Ya me he postulado asaz como contrario a cualquier nacionalismo salvo el pragmático, ora Cataluña ora España ora República Libre de Kuala Lumpur, a mí, que me considero de izquierdas, lo que me interesa es el reparto del cotarro, cómo se estructure el Estado llámese cómo se llame para mí es relevante ideológicamente a fin de desvelar el mayor o menor abuso hacia quienes no gozan de oportunidades para ser felices.

Yo reivindico la individualidad, “No hallo manera de sumar individuos” nos decía Juan de Mairena. Mi vida toda, mi contienda intelectual consiste en justificar, analizar, describir, comprender qué hago y por qué o si hay respuestas a ello o no… y no me da el tiempo para todo lo que querría. Yo no aspiro a disolverme en grupos, por más que acepte mi natural gregarismo. Soy de Nietzsche, el fútbol me interesa menos. Me repugna toda moral. Adoro el proceso por el que llegamos a llamar bueno o malo a lo que sea, pero el qué me la reflonflinfa, lo interesante es el camino, se hace camino al andar…

Estoy harto de nuestro cainismo nacional(ista) en el que o estás conmigo o contra mí. Yo soy uno de esos daños colaterales que sólo tienen valor reivindicativo para los perdedores, pero necesario como víctima cuando quieran vencer los otros. Yo soy independentista, porque entiendo la unidad del Estado como un perfecto embuste histórico; pero, precisamente por eso, jamás me dejaría convencer por otro embuste similar, porque no creo en patrias, matrias, himnos o unidades de destino en lo universal…

Me parece muy bien que un Tribunal Alemán despeje un poco el horizonte de Puigdemont pero, si hubiera decidido lo contrario, ¿qué diría el secesionismo catalanista? Su discurso sería el mismo que el de la extrema derecha españolista, el mismo: sus alabanzas de ahora denuncias serían, y lo mismo ocurriría con el marianismo. Por eso, a mí, que procuro mirar con ojo analítico mi realidad, lo que realmente me deja alituerto es comprobar cómo la Justicia cuando se tiene abogados pagados con alegría suele terminar en enredos jurídicos de tal calibre que el único criterio procesal termina siendo el “In dubio pro reo”; así acabarán los ERE andaluces, así acabará la corrupción valenciana del PP, las tramas madrileñas, Bárcenas, Pujol y la Casa Real o esta pena viviente del Máster…

La Historia contará lo que alguien bien pagado por la vida (la que sea) querrá que diga. Yo soy un ciudadano perplejo que pelea por mantener su independencia. Y veo a gente que quiere imponer su idea y me parece muy bien, pero el citado sifilítico Federico ya diagnósticó: “¡Hay que tener pensamientos, y no sólo puntos de vista!”, esto es: ¿Nadie calcula el impacto de sus ideas en los demás? Sigo en ello porque los hechos que yo he visto en los últimos meses incluyen un mesianismo sin ese cálculo, una iluminación salvadora que pretende revolcar el sistema sin atender al precio humano pagado. El problema no son los independentistas sino qué hacemos con quienes no lo son.

Los héroes de su tiempo son majaras que se cargan a miles de personas cuyo dolor disuelve el tiempo y asume la Historia, pasando por encima de las individualidades. Prefiero la lentitud y el placer del conocimiento a esta eyaculación precoz histórica con la que quieren conformar nuestro hedonismo patriótico. Han conseguido algo, reconózcolo, empiezo a coincidir con ésos que dicen que se vaya a tomar… viento. No tengo un miligramo de interés en convencer a nadie de ser español; tampoco voy a permitir que se me obligue a la rueda del molino, cuando alguien insiste en que el fuego no quema ¿qué hacer?

Así se construye la Historia, así han pretendido hacerla unas y otros pero yo reivindico mi individualidad, insisto, sé lo que he visto, y quiero dejar constancia con mis escritos de lo que he visto acontecer antes de que me devore la propaganda de uno u otro lado. Veo avanzar al fascismo (que siempre llega disfrazado de solución) y me pregunto si no podría uno independizarse de los independentistas, si no podría uno dejar ser alguien para esta puñetera España papanatas y despreciable, inculta… reivindico mi República de los Libros, del aislamiento, de la personalidad, del pensamiento, del Arte frente a toda estulticia o reflexión acomodaticia… sin embargo, con enorme tristeza me descubro calculando cuándo vendrán a quemar nuestra biblioteca, cuándo nos meterán en la huesa al borde de un camino, porque llegarán henchidos de “Libertad” y esa anarquía será sólo ilusión.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído