La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha defendido hoy en la reunión ministerial del G20, que se celebra en Indonesia, la necesidad de subir los salarios, una medida que también ha sido propugnada en ese mismo foro por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Subida de salario mínimo
Díaz ha destacado el llamamiento que ha realizado la OCDE o la OIT para subir el salario mínimo y actuar frente a la pérdida del poder adquisitivo de los salarios en el conjunto del mundo, debido al panorama de inflación elevada. “En línea con lo que está defendiendo el gobierno de España, se está haciendo un llamamiento específico para los que tienen extremas dificultades para poder acceder a la energía y a la alimentación”, ha señalado la ministra.
En la reunión ministerial de Trabajo y Empleo del Grupo de los 20 (G20), integrada por 19 países y la Unión Europea, la vicepresidenta ha explicado que en el actual contexto económico, los salarios son víctimas y no responsables de la inflación.
“No estamos ante una crisis de demanda y, por tanto, no podemos reaccionar como se hizo en el pasado, deprimiendo dos salarios. Nuestro deber como responsables políticos ha de ser que ninguna crisis, sea sanitaria o energética o climática, derive en una crisis social”, ha asegurado Díaz ante sus homólogos en el G20.
Formación para los trabajadores
La vicepresidenta ha mostrado, además, su satisfacción por la propuesta que incluye el G20 en su declaración final de fortalecer la inversión pública en la formación de los trabajadores, un instrumento clave para que las transiciones ecológica y digital sea justa e inclusiva y que proporcione un trabajo más digno. “En España, -ha puntualizado la ministra en su intervención-, ya hemos hecho una reforma de los contratos para que los jóvenes puedan transitar con más formación al empleo y estamos a punto de aprobar una reformulación de nuestra ley de formación en el trabajo muy en línea con la estrategia revisada de competencias del G20”.
Diálogo Social
En Indonesia, la ministra de Trabajo se ha reunido con representantes de los agentes sociales que integran el G20, organizaciones empresariales y sindicales, con quienes ha coincidido en la necesidad de seguir ahondando en el diálogo social y de impulsar medidas que garanticen salarios adecuados, justos y no discriminatorios.
“Seguiremos trabajando en defensa de los salarios, en defensa de que las personas trabajadoras no sean nuevamente víctimas de esta crisis”, ha asegurado la titular de Trabajo, quien ha defendido asimismo la necesidad de un nuevo contrato social más verde, y más feminista, que tenga como prioridad la corrección de las desigualdades globales.
Por su parte, los sindicatos han elogiado cómo se ha impulsado el Diálogo Social en España y las reformas en materia de transición digital y verde.
Encuentro bilateral con homóloga neerlandesa
Díaz ha celebrado además una reunión bilateral con su homóloga de los Países Bajos, Karien van Gennip, con quien ha abordado las dificultades que afrontan trabajadores españoles en su país.
Asimismo, ambas titulares de Trabajo han acordado sondear e impulsar iniciativas comunes dentro de la Unión Europea.
Despedida de Guy Ryder
La vicepresidenta se ha despedido del director general de la OIT, Guy Ryder, que deja su cargo el próximo 1 de octubre. Díaz ha agradecido su labor al frente de este organismo internacional.
España mantiene un fuerte compromiso con la OIT. Es el país que más convenios ha ratificado de este organismo que vela por las políticas sociolaborales.
En fin, en este caso en que la cosa es particular de nuestro Estado, lo global del resto de estados solo es una referencia, y de lo que tenemos que hablar es de cómo el dicho modelo neoliberal, en nuestro caso, aprieta particularmente más y con más intensidad que en ningún sitio del mundo desarrollado por esa tradición latifundista-señorial con que el poder tradicionalista mira a su alrededor, considerando de derecho divino el privilegio y que el inconsciente patrio asume apretando a los débiles. Las odiadas organizaciones sindicales no se están resistiendo a que no se limite la inflación mediante un diferencial en entre la subida del IPC y la de los salarios, sino a que no se cargue solo sobre estos intentando incrementar mas y con más intensidad la elevación de márgenes y beneficios, que es distinto.
Es una batalla casi perdida de ante mano una vez que la carcunda mediática que defiende a los generadores fundamentales de la inflación, en su búsqueda inagotable de beneficios, y que respalda a al PP, tiene la influencias suficiente para convencer a la mayoría de que, hoy como ayer, de esto todos somos responsables –menos energéticas, especuladores, inversores, e intermediarios- y que no se puede hacer otra cosas que asumir, si no queremos que los mismos que crean el problema dejen de crear el trabajo por el que va a llegar un momento que nos quieran cobrar, que tenemos que cargar con la carga.