Ha empezado el partido con un ace. El segundo partido en el torneo de Brisbane. El torneo de su retorno al tenis… Pero después del eis viene una doble falta. Cualquier cosa puede pasar.
Gana el primer juego. Gana el segundo juego, esta vez rompiendo el servicio a su adversario, a Kubler. Gana el tercer juego.
En el cuarto juego va 40-15 arriba y parece que está hecho, pero Kubler despierta, sale de su propia tiniebla y se ilumina. Juega como el diablo y encuentra puntos ganadores donde parece no haberlos.
Ventaja de Kubler sobre Nadal.
Nadal la neutraliza. Otra ventaja sobre Nadal de Kubler.
Nadal la neutraliza.
Y así otra vez y otra vez.
Hasta que Nadal consigue recuperar la ventaja sobre su rival.
Busca el cuatro a cero. Busca lucha y busca guerra. Ganar de modo incontestable .Nada de relajarse. La historia es suya pero ahora está en el presente y tiene que demostrar otra vez; demostrárselo a sí mismo.
Y finalmente consigue ese cuatro cero. Con un final maravilloso. Un punto luchadísimo que remata de espaldas, saltando, y colocando la pelota en un lugar imposible de alcanzar para Kubler.
4-0…
6-1
6-2
Rafael Nadal ha resucitado. Rafael Nadal ha resurgido de sus cenizas. Rafa Nadal está aquí. ¿Podemos soñar con nuevas gestas inolvidables?
La respuesta es: SÍ.
Tigre Tigre
