Desde la invasión de Ucrania, muchas empresas han decidido suspender operaciones en territorio ruso, sumándose al movimiento de boicot económico al régimen de Vladimir Putin que ya se está extendiendo a diversos sectores, desde el turismo hasta la cultura o el deporte.
Desde principios de la semana pasada, los boicots en la industria turística a Rusia han ido apareciendo en cascada, sumándose a las sanciones económicas impuestas por los gobiernos de la Unión Europea, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros.
Tras anunciar la oferta de alojamiento para «hasta cien mil» refugiados ucranianos , el director ejecutivo de Airbnb anunció este fin de semana que la empresa suspenderá operaciones en Rusia y Bielorrusia.
A pocos meses de lanzar la primera Guía Michelin del país, dedicada a Moscú, la guía de restaurantes suspende todas las recomendaciones de restaurantes en Rusia en respuesta a la invasión de Ucrania por parte de Moscú. También están congelados todos los proyectos de desarrollo que tenía en Rusia, así como toda la actividad online y redes sociales de la compañía en el país.
Respecto a los cruceros, las principales compañías fueron de las primeras en cambiar o cancelar itinerarios con escalas en puertos rusos, como Norwegian, Viking, Carnival, MSC o Royal Caribbean. Entre los gigantes del sector de las reservas, el grupo Expedia “ha cesado la venta de viajes desde y hacia Rusia”, mientras que TripAdvisor y su subsidiaria Viator están cancelando viajes reservados en Rusia y Bielorrusia y bloqueando los intentos de reservar alojamiento en esos países a través de sus plataformas.
La empresa española Amadeus y Travelport también han dejado de prestar sus servicios a la aerolínea rusa Aeroflot , excluyéndola de los sistemas de reserva de vuelos. Y Boeing suspendió el apoyo a todas las aerolíneas de bandera rusa, incluido el mantenimiento y el suministro de piezas y soporte técnico.
También GetYourGuide, SmarTours, BusinessClass.com y JayWay Travel han retirado los destinos rusos de sus ofertas.