Juan Francisco Vargas, el padre de Yéremi, el niño desaparecido en Canarias en 2007 cuando tenía siete años, ha sido detenido por segunda vez en menos de una semana tras ser denunciado de nuevo por un presunto delito de abusos sexuales por la hija menor de 13 años de otra ex pareja del detenido. La detención se ha producido este jueves 2 de septiembre por agentes de la Policía Nacional en Las Palmas de Gran Canaria, su actual localidad de residencia.
Esta segunda denunciante en una semana por presunto delito de abusos sexuales es otra menor de 13 años, hija de otra ex pareja del padre de Yéremi, que reside en la isla de Fuerteventura. Su relato durante cuatro horas de duración a los agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) desplazados a la isla ha sido calificado de “bastante verosímil” según fuentes de la investigación. Juan Francisco Vargas fue puesto en libertad con cargos esta misma semana por el titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Las Palmas de Gran Canaria, Luis Francisco Galván, por una primera denuncia de su propia hija, que en la actualidad tiene también con 13 años de edad.
El detenido ya fue investigado en 2013 por las acusaciones de varios testigos de la desaparición del pequeño Yéremi
La segunda denunciante es la hija de otra pareja que el padre de Yéremi tuvo en 2020. El detenido se encuentra actualmente en dependencias policiales a la espera de pasar a disposición judicial. En su primera detención se acogió a su derecho a no declarar. En la primera detención, el juez encargado de la investigación ha ordenado el alejamiento del detenido sobre su hija y lo ha puesto en libertad con cargos acusado de un presunto delito de abusos sexuales.
Yéremi, 14 años desaparecido
El pasado 10 de marzo se cumplieron 14 años de la desaparición de Yéremi y la familia estaba esperanzada en que se reabriera el caso después de recabar nuevos datos para ayudar a su esclarecimiento. La investigación, dirigida por la Guardia Civil, dio un giro en marzo de 2012 cuando nuevos datos sobre un vehículo y ropa del menor apuntaban en una dirección a los investigadores. Para ello reclamaron la colaboración ciudadana. Los agentes trabajaron sobre multitud de hipótesis antes de cerrar el caso, entre ellas un asunto de venganza familiar, también un posible caso de tráfico de seres humanos, pederastia o tráfico de órganos. Fueron investigadas casi 200 personas acusadas de pederastia.
En 2013, el ahora detenido por segunda vez negó las acusaciones de hasta ocho testigos de la desaparición de Yéremi que aseguraron haberlo visto junto al niño en el vehículo Opel Corsa en el que supuestamente desapareció. El progenitor de Yéremi aseguró entonces en un programa de televisión que las acusaciones procedían del entorno de la madre del desaparecido y que sólo buscaban hacerle “daño”.
