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Federica Montseny: La primera mujer ministra española, honrada con un sello de Correos

A pesar de su breve período en el cargo, Montseny dejó una marca indeleble en la política de bienestar social de España

Eva Maldonado
Eva Maldonado
Redactora en Diario16, Asesora de la Presidencia de la Conferencia Eurocentroamericana.
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análisis

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Correos ha lanzado un sello conmemorativo en honor a Federica Montseny, un icono del feminismo y el anarquismo español, y la primera mujer en asumir un papel ministerial en el país. Esta distinción resalta la importancia de reconocer a las mujeres que, a lo largo de la historia, han roto moldes y desafiado normas en una sociedad predominantemente dominada por figuras masculinas.

Nacida en Madrid en 1905, Montseny fue influenciada desde temprana edad por sus padres, ambos firmes defensores de ideales libertarios y figuras destacadas en el movimiento anarquista. De ellos heredó no sólo una pasión por la justicia social, sino también un espíritu revolucionario que la llevaría a tener un papel protagónico en la política española.

En 1931, Montseny se unió a la CNT, y tan sólo cinco años después, durante la tumultuosa Guerra Civil Española, fue nombrada Ministra de Sanidad y Asistencia Pública. Esta designación no sólo fue histórica en España, sino en toda Europa, donde solo cuatro mujeres habían alcanzado un puesto similar.

A pesar de su breve período en el cargo, Montseny dejó una marca indeleble en la política de bienestar social de España. Su legado incluye iniciativas de avanzada como la legalización del aborto, la promoción de la buena alimentación para las embarazadas, y la inclusión laboral de personas con diversidad funcional, cognitiva y mental. Su impacto también se sintió en la fundación de la OCEAR, una entidad dedicada a la evaluación y asistencia de refugiados.

Montseny, además, fue una oradora formidable. A pesar de los desafíos de la guerra, llevó su mensaje a grandes audiencias, presentándose en lugares emblemáticos como el Teatro Apolo y los cines Coliseum.

Tras la guerra, la vida de Montsen giró trágicamente. La familia se exilió a Francia, donde sufrieron las penurias del internamiento en campos de refugiados y la lucha contra el régimen de Franco desde el extranjero. Sin embargo, en lugar de amilanarse, Montseny utilizó esta experiencia para reforzar su compromiso con la causa libertaria y antifranquista, trabajando incansablemente hasta su regreso a España, después de la muerte del dictador.

El sello dedicado a Federica Montseny se une a una serie de conmemoraciones postales que rinden homenaje a mujeres pioneras en España, tales como Clara Campoamor, María de Maeztu y Justa Freire, entre otras. Es un recordatorio del legado de mujeres audaces que dejaron su marca en la historia, y una llamada a seguir reconociendo y valorando sus contribuciones.

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