sábado, 27abril, 2024
19 C
Seville

Gabriel Rufián, claro vencedor de la moción de censura

El portavoz de ERC realizó el discurso más claro en el que expuso tanto los problemas reales de la ciudadanía como desenmascaró los intereses reales de la extrema derecha

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

España es un país de vencedores y vencidos. Cada vez que hay un evento político, el que sea, siempre se busca el que ha quedado por encima del contrincante. Los medios de comunicación siempre darán por vencedor a quien se encuentra en el lado ideológico defendido por su unidad editorial. Esto no es un show, esto no es un reality en el que la audiencia determina quién se va o quién es expulsado del programa. Hablamos de política, hablamos del Congreso de los Diputados, el lugar donde descansa la soberanía popular y que ayer fue mancillado por el triste espectáculo ofrecido en la moción de censura de Vox.

Ayer, Santiago Abascal permitió que se machacara verbalmente a una persona mayor. No tuvo piedad ni el valor de retirar la moción de censura. Las réplicas que sufrió el señor Tamames fueron golpes que debió recibir el líder de la extrema derecha española, y eso no se puede permitir, aunque sólo sea por humanidad.

Hoy habrá editoriales, crónicas y columnas en los que se dirá que ganó Pedro Sánchez, Yolanda Díaz, Cuca Gamarra o el propio señor Ramón Tamames. Sin embargo, quien realmente salió victorioso fue Gabriel Rufián, el portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). No se trata de que fuera un discurso mejor o peor que el del resto de partidos, sino del contenido del mismo. En primer lugar, no se cebó con Tamames sino que repartió los golpes al verdadero responsable del espectáculo necrofílico vivido ayer en el Congreso. En segundo término, Rufián puso encima de la mesa tanto los problemas de los españoles como los del progresismo español sin ningún tipo de cortapisa ni eufemismo.

Gabriel Rufián ha expuesto con claridad uno de los grandes problemas de la política española: el hecho de que haya «buena gente, de clase trabajadora» que vote en contra de sus propios intereses. ¿Hay en España tantos millones de «fachas»? No, evidentemente, no. Lo que sí hay es un sentido patriótico que se confunde con lo que es la realidad y quién personifica de verdad a la patria: el pueblo.

«El ruido que rodeaba y que exhalaba Vox hace mucho tiempo, ya no es solamente ruido, ya no solamente es destrucción. Ya es otra cosa. Si somos capaces de escuchar atentamente, se escucha una melodía, se escucha un susurro. Un susurro, una melodía para quien quiera escucharla y les puedo asegurar que hay un montón de gente dispuesta a hacerlo: no somos fascistas? Somos patriotas. No somos fascistas enrabietados, somos patriotas preocupados. Esa es la música y podemos estar aquí echándole la bulla, la bronca a toda esta gente hasta mañana. No importa porque pueden ganar. Señorías, ustedes conocen a gente, mucha gente. Buena gente. Vecinos, amigos, familiares, gente de clase trabajadora que está mucho más preocupada, mucho más cabreada, por lo que yo cobro, que porque un rey se haya fugado después de robar durante 40 años. ¿Sí o no? ¿La conocen? Yo sí. Conocen a gente, a buena gente, que odia a partidos que votan a partidos que votan a favor de subir el salario mínimo interprofesional y que aman y votan a partidos que votan en contra cobrando el SMI. ¿Por qué hay tanto ratón escuchando y votando a gatos? La respuesta es terrible: porque hay un montón de gente dispuesta a votar en contra de sus intereses pensando que vota a favor de sus principios. ¿Cuál es ese principio? El más poderoso que puede existir en política: la patria».

Rufián hizo la afirmación más contundente que se escuchó ayer en el Congreso: «la patria es la gente», para, a continuación, cifrar lo que ha hecho Vox por las personas, por las clases medias y trabajadoras desde que la extrema derecha entró en las instituciones.

«En España hay un 30% de pobreza infantil, 13 millones de pobres, 3 millones de parados, todavía hay de media 100 desahucios al día y casi todo lo que se come ha subido un 30%. Eso es lo que es España hoy en día. Así que veamos qué ha votado Vox para la gente que porta la bandera, porque la patria no solamente va a ser la bandera, también es la gente que porta esa bandera. Vox votó en contra de todas las ayudas que salvaron la vida, literalmente, a millones de personas en lo peor de la pandemia. Vox no ha votado jamás a favor de subir las pensiones contributivas y no contributivas. Vox ha votado en contra de una ley de infancia para proteger a los que más necesitan ser protegidos en un país con casi un 30% de pobreza infantil. Vox votó en contra de una ley de convivencia universitaria, a favor de los estudiantes. Vox no ha votado jamás a favor de ninguna inversión en ciencia. Vox ha votado siempre en contra de cualquier iniciativa a favor del medio ambiente. Vox no ha votado a favor de que las trabajadoras del hogar, si quieren, puedan acceder al paro. Vox ha votado en contra de prohibir vender a pérdidas y eso que dicen que son los del campo. Vox ha votado en contra del ingreso mínimo vital y jamás ha votado a favor de subir el salario mínimo interprofesional. Estos son los patriotas preocupados. Vox te dice que si tienes hambre, España, que si no tienes casa, España, que si no tienes trabajo, España, que si tienes casa pero no la puedes pagar, España, que si tienes trabajo, pero cobras muy poco. España, España, España, España. Eso es lo que te dice Vox y alguno que aplaude porque no se entera de la película».

Gabriel Rufián, con su dialéctica habitual, su codo apoyado en el atril y su tono tranquilo, ha hecho el mejor diagnóstico de la sociedad española actual. La patria pervertida en patrioterismo que oculta una situación muy peligrosa y que recuerda a otros momentos de la historia en la que se cambió el concepto sentimental de la patria por la verdad con las consecuencias que todos conocemos.

Por otro lado, el portavoz de ERC no dejó pasar la oportunidad de censurar al gobierno siguiendo la base argumental de que lo que se trata en el Parlamento es mejorar la vida de las personas.

«Muchos de nosotros también pensamos que este Gobierno tiene motivos para ser censurado. Eso es lo que he comentado antes de que hay mucha gente que escucha a esta gente [por Vox] con cierta atención y que le llega la melodía. Es por su abandono. No me queda tiempo, pero me gustaría hablar de hipotecas. Me gustaría hablar de precios a usted, a ustedes, señorías del Gobierno no les va a echar una moción. A ustedes, señores del Gobierno, les va a echar la inflación. No es de recibo que un ministro de este gobierno, cuando la gente no puede comprar alimentos en un supermercado, les diga, bueno, pues vete al de enfrente. Quizá ustedes no entienden la diferencia entre una indemnización por despido abusivo de 33 días o de 45 días. Quizá no la entienden. Sería importante que la entendieran. Hay que darle soluciones a la gente en torno a esto. Una democracia no puede sustentarse en la cuenta corriente de la gente. Una democracia debe sustentarse en las cosas corrientes que afectan a la gente. Comiencen, señorías del gobierno, a pensar en la gente que están decepcionando y no tanto en los gerentes de los poderes que les están presionando», ha finalizado Rufián. 

Suena raro y sorprendente que sean los portavoces de los partidos a los que la derecha y los ultras llaman «traidores a la patria» son los que plantean y presionan para buscar soluciones reales a los problemas reales de la gente. Tanto ERC como EH-Bildu han negociado y presionado al gobierno para que las medidas sociales no se quedaran cortas como, por ejemplo, la subida de las pensiones o los incrementos del SMI. Tal vez, los antipatriotas sean los verdaderos patriotas, tal vez el servicio a España, al pueblo español, lo estén ejecutando a quienes se vitupera día sí y día también. Eso debería hacer pensar a más de uno y más de dos de cualquiera de los partidos nacionales. La clave, pensar primero en el pueblo y, si sobra tiempo, en todo lo demás.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

2 COMENTARIOS

  1. Sólo si comprendemos la naturaleza de esta moción censura podremos no sólo condenarla y que parezca algo malo, podemos pensar en el impacto positivo que tiene en la sociedad y contemplar una realidad más total y por lo tanto más objetiva; es decir, más incuestionable. La moción de censura ha permitido conocer de primera mano las posturas , las intensiones de los diferentes representantes políticos, que no pasen por los filtros que muchas veces tienen ciertos medios de comunicación

  2. Pues parece que Rufián no se aplica el cuento que predica. Su partido ERC no se ocupa de otra cosa desde hace 10 años que el raca raca de la independencia.

    Debería hacer lo que prometió hace años; abandonar el escaño del país «extranjero» para regresar a su República Catalana, donde como buen converso será bien recibido. Pero eso es pedir mucho a un poligonero chulesco que único que sabe hacer es montar espectáculos con impresoras, y habla apoyado en la tribuna como si estuviera en la barra de una discoteca.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído