miércoles, 15mayo, 2024
14.4 C
Seville

Irán, el gigante dormido que aterroriza a Israel

Desde hace años, judíos e iraníes se miran con recelo, una desconfianza que crece tras el estallido de la crisis en Palestina

- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

El conflicto bélico entre Israel y Hamás tiene a un actor principal que mueve los hilos en la sombra: Irán. El régimen de Teherán ha asegurado que tiene “el dedo en el gatillo” y ha amenazado con disparar en el caso de que al Ejército hebreo se le vaya la mano en la represión del pueblo palestino. Los ayatolás han financiado a la guerrilla de Hamás, la han dotado de formación militar, le han proporcionado armamento, drones y material de última generación. Y luego está la inspiración ideológica: con el tiempo Hamás se ha ido radicalizando desde el no reconocimiento del Estado de Israel hasta propugnar su desaparición por la vía de la violencia.

Ahora bien, ¿tiene Irán necesidad de declararle la madre de todas las batallas al pueblo judío? Las protestas en la calle contra la represión de las mujeres iraníes se han desvanecido, la economía se recupera, el programa nuclear se reactiva mientras la Administración Biden mira para otro lado y su industria armamentística factura más que nunca (Putin es su mejor cliente y le está comprando armas de todo tipo para su invasión de Ucrania). A Teherán no le interesa una guerra con Israel precisamente ahora. Sin embargo, los sectores más fundamentalistas del país presionan al gobierno iraní para que apriete el botón y dirija sus misiles contra territorio hebreo.   

Hace unos meses, los ayatolás estaban contra las cuerdas. Según el experto y analista Luciano Zaccara, del Instituto Elcano, las protestas de 2022 en Irán arrojaron luz sobre los problemas de larga duración y el descontento entre la población iraní, “impulsados por una variedad de factores, como las dificultades económicas, la represión política y la falta de justicia social”. Diversos actores políticos, tanto dentro como fuera del país, han intentado capitalizar las protestas, pero aún no está claro si alguno de ellos puede canalizar con éxito el amplio descontento hacia un cambio político significativo o desafiar efectivamente la supremacía de las facciones conservadoras tradicionales.

Zaccara asegura que el futuro de la República Islámica depende de su capacidad para abordar los apremiantes desafíos económicos y sociales que afronta el país, como frenar la inflación, crear oportunidades de empleo y mejorar los niveles de vida. Fomentar la estabilidad regional y mejorar las relaciones con sus vecinos también es crucial para que Irán atraiga inversiones extranjeras y alivie el impacto de las sanciones internacionales en su economía. Y añade el analista: “La reciente ola de protestas, aunque significativa, puede no ser suficiente para socavar seriamente los fundamentos del sistema político. Si bien la resiliencia y adaptabilidad del sistema político iraní han sido puestas a prueba a lo largo de su historia, estas protestas sirven como un recordatorio contundente de que el gobierno iraní no puede permitirse ignorar indefinidamente el creciente descontento y las demandas de cambio entre su población”.

La entrada de Irán en la guerra en Palestina va a depender mucho de cómo vaya la situación económica en el país. Si el escenario es apacible, Irán se limitará a seguir financiando a Hamás bajo cuerda. Si el polvorín social estalla, quizá los clérigos decidan meterse en una aventura que serviría para exacerbar el sentimiento nacionalista y religioso contra Israel y Estados Unidos. En toda dictadura, cuando las cosas van mal siempre se recurre al manido truco del enemigo exterior que quiere atacar a la patria. Ese humo siempre funciona cuando se trata de esconder la corrupción, la injusticia social y la represión de la tiranía. En ese caso el mundo tendría un problema. El potencial militar iraní no debe desdeñarse. En 2016, el presupuesto militar del país ascendía a 15.900 millones. Una cantidad cercana a la de algunos de sus vecinos, como Turquía o Pakistán, aunque alejada de Arabia Saudí (más de 60.000 millones), su principal adversario regional. Con sus 600.000 soldados, algunos consideran el ejército del país como muy poderoso, sin duda, la potencia más fuerte de Medio Oriente y la mayor después de Rusia y China, en Asia Central. Pero la amenaza principal es su programa nuclear. Nadie sabe, a ciencia cierta, hasta dónde han llegado los ingenieros iraníes en este terreno. Se sabe que, en la actualidad, el programa nuclear del Ayatolá posee instalaciones de procesamiento de uranio, plantas de enriquecimiento, reactores nucleares y minas de este material necesario para la fabricación de bombas atómicas.

Según el Instituto para la Ciencia y la Seguridad Internacional, Irán no tardaría mucho en construir armas nucleares si decidiera hacerlo. El 13 de mayo de 2023, Irán tenía 114,1 kilos de uranio al 60 por ciento y 470,9 al 20 por ciento y estaba enriqueciendo el 20 por ciento a una tasa de 0,406 kilogramos diarios. El Instituto de Ciencias local aseguró que “con una tasa de producción promedio mensual de 9 kilos (masa U) por mes, Irán podría acumular suficiente material para tres armas nucleares a mediados de junio”. Algunos expertos creen que la tendencia de enriquecimiento de uranio puede continuar hasta llegar al 90 por ciento apto para armas. Además, Irán posee ojivas con detonadores convencionales en abundancia. Israel siente auténtico pavor ante el enemigo iraní. Tanto que los halcones del Ejército judío ya presionan a Netanyahu para que ordene un ataque preventivo contra las instalaciones militares y científicas de Irán con el objetivo de destruir su incipiente potencial ofensivo. La idea, a todas luces descabellada, podría terminar de encender el polvorín de Oriente Medio y desencadenar un conflicto regional a gran escala. Palestina y la Franja de Gaza son solo excusas. Ambos rivales llevan años observándose como dos colosos antes de entrar en combate. La tensión ha crecido hasta tal nivel en las últimas horas que quizá estemos ante el principio de una lucha por la hegemonía final en la región.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

2 COMENTARIOS

  1. Iran ya no es el gigante dormido de hace 40 años,es el gigante despierto y bien despierto.
    Iran tiene 88 millones de habitantes,Israel no llega 10 millones.
    Si Iran quisiera,acabaria con los israelies en un abrir y cerrar de ojos,tiene capacidad militar y humana suficiente para ello.

  2. «Los ayatolás han financiado a la guerrilla de Hamás, la han dotado de formación militar, le han proporcionado armamento, drones y material de última generación.»

    Marcos López, ¿tienes pruebas o te sumas al coro?. Ya pasó con las armas de destrucción masiva de Irak, ¿recuerdas? Entonces ningún periódico verificó las mentiras de Colin Powell. Lo más triste no es que aquello sucediese si no que se repita sin que salten las alarmas.

    Los americanos no paran de mandar barcos a la zona y los periódicos cuentan mentiras o medias verdades. Se está cocinando otra guerra y en nada veremos el barril de petróleo por encima de 150$/barril. Ajústense los machos.

    Por si a alguien le interesa…

    In a startling revelation, Avner Cohen, a former Israeli official who worked in religious affairs in Gaza for over twenty years, told the Wall Street Journal, «Hamas, to my great regret, is Israel’s creation.»

    https://www.tbsnews.net/hamas-israel-war/how-israel-went-helping-create-hamas-bombing-it-718378

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
Advertisement
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído