Ahora se les llama letrados de la administración de Justicia. Pero hasta 2015 eran los todopoderosos secretarios judiciales. Han decidido ir a la huelga. Al principio será de días, el 29 y el 30 de noviembre, y el 14 y 15 de diciembre. Pero si no son atendidas sus reivindicaciones, después de navidad habrá huelga indefinida. Y si eso llega a ocurrir la paralización judicial será total.
En la práctica, el motor que mueve una instancia judicial es el letrado de la administración de Justicia titular de la misma. Tiene tanto poder como el mismísimo juez. Son los fedatarios públicos de las decisiones que se adopten, ordenan todos los procedimientos, desde las instrucciones sumariales hasta las vistas orales, responden de los archivos judiciales, se encargan de dotar de medios técnicos, audiovisuales e informáticos a los juzgados, son encargados de ejecutar los autos y sentencias, y, entre otras cosas, se encargan de informar sobre el estado de las actuaciones judiciales. Sin su concurso, el juzgado, audiencia o tribunal no existe. No puede funcionar.
De momento, los paros parciales convocados por el Colegio Nacional de Letrados de la Administración de Justicia y las asociaciones representativas, la Unión Progresista de Letrados de la Administración de Justicia, UPSJ, y la Asociación Independiente de Letrados de la Administración de Justicia, AINLAJ, tendrán escasa repercusión en el funcionamiento de las instancias judiciales. Eso sí, se producirán retrasos debido a la enorme carga de trabajo existente. Pero, si al final, no hay acuerdo con el Ministerio de Justicia, se puede llegar a paralizar la Justicia, más de lo que está. En este país, un juez o un tribunal no puede hacer nada sin su “secretario”. Ni siquiera, los funcionarios ya que su trabajo depende de lo que dicten sus jefes, los letrados de la Administración de Justicia destinados en su lugar de trabajo.
Según las asociaciones convocantes de la huelga, los motivos son estrictamente retributivos. Quieren que el Ministerio cumpla con su promesa de modificar los decretos que regulan el régimen retributivo en relación con la carrera judicial.
Aunque aparentemente complicado, es algo sencillo de explicar. Los letrados de la administración de Justicia reciben un complemento de puesto de trabajo en función del destino. Hay cinco tipos de complemento de puestos y tres categorías de letrados. Uno de categoría superior con un complemento de destino de tipo 1 cobraba, en 2021, 37.317,6 euros de sueldo. Aparte antigüedades y otros tipos de pluses
Los antiguos secretarios judiciales quieren que readecuen los tipos de complemento. Algo que, al parecer, se comprometió a llevar a cabo el ministerio de Pilar Llop sin que hasta la fecha se haya cumplido. Llop no contó con el coste presupuestario de esta “reclasificación retributiva”. Y en eso, la que manda es la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
Ya se sabe cómo funcionan las cosas del dinero en las administraciones públicas. Al final es el “custodio de las arcas” el que tiene la ultima palabra. Y en este caso, todo depende de Hacienda. Pilar Llop está atada de pies y manos.
Asunto peligroso porque lo que está en juego es el funcionamiento de una administración de Justicia con muchos problemas a los que añadir, ahora, uno más: la paralización burocrática que se avecina si no se atiende a las reivindicaciones de los antiguos secretarios judiciales, hoy letrados de la administración de Justicia.
Se le aumentaron las funciones y se les prometió actualizar su sueldo, pues que lo hagan. Si se para la justicia, la responsabilidad no es de ellos, sino del gobierno totalitario que tenemos. Con rebajar en diez los ministerios, y bajar a 1/3 los «asesores», se pueden arreglar muchas cosas de este tipo. Total apoyo a los letrados.