En lo que se perfila como un capítulo dorado en la historia del turismo español, la temporada estival de este año ha cerrado con un récord de ocupación. Según los análisis proporcionados por eBooking.com, los establecimientos turísticos en España han registrado una ocupación promedio de más del 93%, llegando incluso al cénit del 100% en algunos destinos privilegiados.
Durante los meses de julio y agosto, las costas españolas han rozado la plenitud en términos de ocupación, impulsando a su vez un incremento de alrededor del 15% en los precios de alojamientos respecto al año anterior. A destacar, los incrementos más notorios se han manifestado en reservas de último momento, donde los costos han llegado a escalar entre un 20% y un 30%.
En cifras concretas, el precio medio por noche en diversos tipos de alojamientos, como hoteles, hostales, campings y apartamentos, se ha elevado hasta los 158 euros, un salto significativo desde los 135 euros que se abonaban en el año precedente (2022). Este aumento, según los expertos de Booking, se encuentra mayormente justificado por un aumento en la demanda, aunque en menor proporción también podría estar influenciado por el contexto actual de inflación elevada.
Un aspecto relevante que arrojan los análisis de eBooking es la preferencia de los turistas nacionales por explorar los destinos dentro de España. Andalucía, con Málaga y Sevilla como puntales, junto con Cataluña, donde Salou destaca, y la Comunitat Valenciana, donde Benidorm resalta como el destino más solicitado, han sido las comunidades autónomas que han encabezado las reservas en eBooking.com a lo largo del verano. No obstante, no se puede dejar de mencionar la importancia de la capital, Madrid, que también ha figurado entre los lugares más demandados por los visitantes.
Este verano ha revelado una tendencia hacia un turismo de calidad y más diversificado, caracterizado por la descentralización de las preferencias. El perfil del turista que se ha destacado en esta temporada es aquel con un poder adquisitivo más sólido, en especial entre los visitantes extranjeros, quienes muestran una disposición a invertir más durante sus vacaciones. Además, este grupo de turistas opta por explorar una gama más amplia de destinos, superando la clásica elección de las zonas de «sol y playa».
