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Quevedo versus Calderón

Jesús Ausín
Jesús Ausín
Pasé tarde por la universidad. De niño, soñaba con ser escritor o periodista. Ahora, tal y como está la profesión periodística prefiero ser un cuentista y un alma libre. En mi juventud jugué a ser comunista en un partido encorsetado que me hizo huir demasiado pronto. Militante comprometido durante veinticinco años en CC.OO, acabé aborreciendo el servilismo, la incoherencia y los caprichos de los fondos de formación. Siempre he sido un militante de lo social, sin formación. Tengo el defecto de no casarme con nadie y de decir las cosas tal y como las siento. Y como nunca he tenido la tentación de creerme infalible, nunca doy información. Sólo opinión. Si me equivoco rectifico. Soy un autodidacta de la vida y un eterno aprendiz de casi todo.
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análisis

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Luis Alfonso, siempre fue un chaval extrovertido, ávido de protagonismo que se hacía notar en cuanto llegaba. Hijo único, mimado hasta la enfermedad, se le hizo cuesta arriba cuando sus padres le comunicaron que en septiembre entraría en el seminario. Nunca había pensado hacerse cura, y tampoco esa era la intención de su padre (aunque su madre soñaba despierta con ser la madre de don Luis, cura de pueblo), pero la educación gratuita que ofrecía el seminario, con valores cristianos y una formación académica que no tenía nada que envidiar a la de cualquier colegio elitista, había llevado a sus padres a tomar la decisión.

La semana antes de ingresar en el seminario menor de Burgos, estuvo varios días sin dormir,  nervioso por el futuro que le depararía la nueva situación.

Como era de esperar, debido a su carácter, no tardó ni diez minutos en ser el centro de atención y, como consecuencia, de las iras de los más antiguos. Era la primera reunión de bienvenida y Luis Alfonso ya encontró motivo para darse a conocer a causa de los bocadillos de queso, que eran tan malos que los veteranos acababan tirándolos contra los techos del seminario porque se quedaban pegados, y que Luis Carlos, ante las advertencias del padre rector, don Justo, propuso cambiarlos por bocadillos de salchichón o de chorizo. Los veteranos, que lo que querían era salir de allí cuanto antes, comenzaron a fijarse en él hasta el punto que fue el blanco de todas las novatadas, putadas e hijoputeces a lo largo de todo el curso.

Don Saturio era el tutor de Luis Alfonso. También se había fijado en él. Porque aunque siempre estaba dando la nota, en el fondo, sabía que lo hacía debido a su candidez. Por eso, reunidos en clase, preguntó quién quería ser su ayudante. Solo tres niños levantaron la mano, todos nuevos, y entre ellos, Luis Alfonso. El cura, pareció pensárselo y finalmente eligió al pobre nota, al que le dijo que se pasase por sus aposentos después de vísperas. Llegada la hora, Luis Alfonso se presentó en la habitación de su tutor. Estaban solos y en semipenumbra y el chaval se preguntaba en qué consistiría aquello de ser ayudante del tutor. El cura, le hizo sentarse en una butaca que había frente a la cama dónde estaba él sentado. Y en voz baja, comenzó a preguntarle por cosas íntimas. Si le gustaban las chicas, si pensaba en ellas, si alguna vez se había tocado abajo,… Luis Alfonso, estaba paralizado. No le gustaba la situación y quería salir de allí. Pero el cura insistía en qué no pasaba nada. Que todas las preguntas estaban destinadas a saber si podía confiar en él. Poco a poco fue rozándole, primero la mano con su mano, luego poniéndole la mano en la rodilla, hasta que llegó a la bragueta…

Cuando le dejó salir, el cura le dijo que todo debería permanecer en secreto porque dios lo veía todo y si lo contaba acabaría en el infierno para siempre.

Han pasado los años. Don Saturio estuvo todo el año abusando de Luis Alfredo que nunca contó nada. Sin embargo, le había cambiado el carácter. Hasta el punto que se convirtió en un niño taciturno, débil y huraño, y estaba tan delgado y con unas ojeras tan enormes, que su padre decidió en junio que no volvería al seminario.

Ahora, Luis Alfredo es director de una sucursal bancaria. Vive en un barrio acomodado, está casado, sigue siendo católico de misa de domingo y fiestas de guardar. Cofrade en Semana Santa y catequista, tiene dos hijos en un matrimonio anodino en los que el sexo sólo se practica para tener descendencia y las formas y los modos lo son todo. Por supuesto, nunca se le ha pasado por la cabeza denunciar los hechos ocurridos en el seminario. Los ha olvidado. Como buen cristiano, sigue las consignas que el padre Casimiro predica en los sermones de misa, escucha la COPE mientras desayuna y ve Antena 3 noticias mientras come y cena. A veces, en el pincho de media mañana, le echa un vistazo al ABC, al Mundo o a La Razón..

En su trabajo es de lo más cumplidor. Trabaja todas las tardes y ha conseguido que su sucursal tenga un pasivo que para si quisiera la central. Fue capaz de colocarle preferentes a más de doscientos de sus clientes y de salir indemne del fraude. Es un tipo que no se hace notar y pasa desapercibido hasta el punto que, con sus números, debería ser director de zona, pero en la central, ni se han fijado en él.

En las comidas y cenas familiares hablan de la actualidad. Ahora, están preocupados porque España se rompe. Sus hijos van todas las tardes a manifestarse a Ferraz. Uno de ellos, Edgar Gael,  pertenece a la peña Ultra Sur y tiene ideas racistas y xenófobas a pesar de que su madre es peruana y de que él, con un poncho y un chullo no desluciría en peno Puno.

La policía ha lanzado gases lacrimógenos. Edgar Gael ha salido corriendo hacia el Paseo de Rosales. Entre los jardines, todo está en penumbra. Se dirige solo hacia casa, pero se encuentra con cuatro individuos vestidos con botas militares, cazadora negra y pelo rapado. Según se acercan no le preguntan. Sólo dicen, ¡coño un panchito!  El primer puñetazo le deja el ojo ardiendo, el segundo le retuerce el estómago y le tira al suelo y allí le rematan con patadas que le dejan con tres costillas rotas y el bazo a punto de reventar.

*****

Quevedo versus Calderón

Entre el clavel y la rosa, su majestad escoja.
Francisco de Quevedo y Villegas
***                    -
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Calderón de la Barca
***                  

“A veces tengo la amarga sensación como juez, de que las leyes son telarañas que cogen a las pobres moscas y dejan pasar a avispas y abejorros” Estas son palabras del magistrado Joaquim Bosch escritas en un tuit allá por el año 2013. No sólo no ha cambiado nada. Sino que todo ha ido a peor.

A cuentas del acuerdo de gobierno y de la amnistía que toda esa «gente de bien» que defrauda a hacienda en cuanto puede, que llena los labios de babas y ni disimulan ante un escote generoso y que creen que ser constitucionalista es acogerse a los derechos establecidos en la Constitución del 78 cuando les interesa, y al Fuero de los Españoles derogado por ella, en cuanto se refiere a lo que hacen los que ellos denominan comunistas (sin tener ni idea de lo que es eso), me resulta altamente irritante el cinismo de esta gente que proclama a los cuatro vientos que cualquier ley, pacto o solución que no les convenza o convenga es un golpe de estado y sin embargo no se acuerden de la Ley 46/1977, de 15 de octubre que convirtió en héroes con pensión a cientos de policías torturadores y dejó sin castigo a mangantes, asesinos y mafiosos de todo tipo que habían medrado a la sombra de corrupto régimen del Enano Eunuco.

De forma similar, me resulta igual de irritante que tampoco recuerden que el gobierno de un tal M.Rajoy, al que ni la policía, ni la fiscalía, han sido capaces de encontrar, en el Real Decreto-ley 12/2012, de 30 de marzo, permitieran que todas aquellas personas físicas o jurídicas que no habían declarado a la Hacienda Pública todos sus ingresos, pudieran regularizar su situación tributaria, a través de la presentación de una declaración, por la cual las rentas así declaradas tributaron al 10 %, sin aplicación de recargos ni sanciones penales o administrativas. Es decir, una amnistía fiscal en toda regla que por cierto el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional en el año 2017, con nula consecuencia para los delincuentes económicos que se acogieron a la misma, porque en la sentencia, este tribunal, prohibió que el Ministerio de Hacienda revisara cualquiera de las declaraciones presentadas con motivo de la regularización.

Se ha contado por parte de los medios de incomuncación, manipulación, adoctrinamiento, deterioro social, difusores y evangelizadores del hijoputismo, que la tardanza en firmar el acuerdo entre el PSOE y Junts se ha debido a que estaban mirando el acuerdo con lupa a fin de blindarlo y de que no haya juez carca que pueda interpretarlo de forma partidista y que el acuerdo acabe rechazado en un recurso de inconstitucionalidad. La verdad es que tal y como esta el patio en este país, creer que una ley no se va a interpretar de forma conveniente para los intereses del R39, es como creer en dios, un acto de fe. Para muestra, el mismo día en el que se firmaba el acuerdo, un juez que ha sobreseído 215 casos de corrupción en Púnica, Lezo y Kitchen (casualmente en todos está implicado el PP y sus capos falangistas) dictaba un auto en el que investiga a Puigdemont y a la secretaria general de ERC, Marta Rovira por terrorismo y en el que cita a Arnaldo Otegui como testigo. Todo en el mismo combo y sin sonrojarse.

Ahora, la carcunda mediática y la otra, están que trinan por un término introducido en el acuerdo entre PSOE y Junts: Lawfare. Término establecido en la América Latina para designar los golpes de estado provocados, en lugar de por las fuerzas armadas, por jueces fascistas que acusaban en falsos procedimientos a dirigentes de los gobiernos como los sucedidos en Brasil, Ecuador, Argentina o Bolivia. Se quejan de que esa palabra atenta directamente a la línea de flotación del Poder Judicial en España. Lo cierto es que en un país dónde se ha demostrado que el Ministerio del Interior usó a policías y periodistas para “acabar” con la Pablo Iglesias y el sorpaso que las encuestas le daban a Podemos sobre el PSOE, en un país en el que se han emprendido decenas de procedimientos judiciales contra dirigentes de Podemos, TODOS sobreseídos (a pesar de que el daño social quedó grabado a fuego), en un país en el que la exdirigente del partido del Moco Verde, Macarena Olona, ha denunciado públicamente que el líder de ese partido se ha enriquecido por el desvío de siete millones, sin que la fiscalía o la policía, que sepamos, hayan abierto diligencias, en un país en el que se ha condenado a políticos por montar un paripé de referéndum, y se les ha perseguido por ciertos jueces hasta la enfermedad, en el que sólo el 3 % de los españoles cree que la justicia es independiente, la palabra Lawfare no sólo no parece un despropósito sino que además justifica una impresión que se refuerza con actuaciones como negarse a renovar el Poder Judicial durante 5 años, siguiendo esos jueces actuando como si su puesto siguiera siendo igual de legal y actuaciones como la de la semana pasada en la que varios de los jueces nombrados a propuesta del PP, decidieron emitir un comunicado en contra de una ley de amnistía que nadie había presentado aún y sobre la que sólo deberían poderse pronunciar, en caso de recurso de inconstitucionalidad, y sólo aquellos que sean magistrados de ese tribunal en sentencia firme.

Pero no llega la sangre al río porque todo esto es parte del teatro de los sueños en el que estamos sumergidos. Todo es puro paripé o puro teatro. Decía el otro día Fernando Berlín en uno de esos programas que dirige el mayor manipulador mediático de España, pringado hasta la médula en todos los acosos y noticias falsas publicadas contra Podemos y sus dirigentes, pringado hasta la médula en todos las deformaciones de noticias en favor del equipo del Viudo con Gafas (como diría mi admirado Santiago Aparicio), que si España corriera peligro de romperse, el PP le hubiera prestado los siete diputados que le hacían falta al PSOE para llegar a la investidura. Y sin embargo no lo han hecho y han preferido seguir centrando el foco en los nacionalistas catalanes que tantos votos les han dado a lo largo de los años en el resto del país desde el famoso «a por ellos». En realidad toda esta juerga mediática de atención a cinco mil hooligans idiotizados que se pegan en la calle Ferraz, cuando a las «Marchas de la Dignidad» que reunieron a más de ¼ de millón de personas o «Rodea el Congreso» con más de 100.000 o la «marcha contra la visita papal» con más de 50.000 o a la «sanidad madrileña» con también más de 200.000 personas, apenas le dedicaron dos minutos entre los anuncios o no hay ningún interés en mostrar las calles abarrotadas de manifestantes en distintas ciudades de Europa solicitando que se pare el genocidio de Netanyahu. Como digo, toda esta atención desmedida es por el desvanecimiento del negocio de un PP (SL) que dada su «actividad» pierde dinero cada vez que está lejos del gobierno y por el peligro de que entre arena y barro de un gobierno con las mismas políticas del hijoputismo que ejecutaría el PP, a alguien se le ocurra judicializar internacionalmente todas las actuaciones de los gobiernos de González o del insufrible cantamañanas de las Azores y estos acaben sus días jugando al teto en el módulo 10 de Soto del Real.

Mientras se centra la desinformación en la puñetera amnistía, se ha pasado sin pena ni gloria que recientemente la Oficina del defensor del Pueblo ha publicado un estudio en el que se extrapola que la iglesia católica tiene un rastreo de casi medio millón de víctimas de abusos sexuales y lo que es peor, que aconseja que entre todos deberíamos aportar un fondo para resarcir a las víctimas. De ahí que obispos y cardenales estén dando la matraca con la amnistía. No vaya a ser que los que proclamamos que, ya son en demasía los 1.142 millones de euros que la iglesia recibe, como para encima hacernos cargo de sus abusos sexuales fruto de sus mentes obtusas y obscenas y de su hipocresía.

Igualmente, mientras se da la matraca con manifestaciones de payasos justicieros (¡ojo! que desde mi punto de vista tienen todo el derecho a manifestarse y a escrachar a quién crean conveniente), no centran la información en las medidas de los nuevos ajustes que el viejo gobierno debe tomar y que han «ordenado» desde Bruselas, ni en la devastación total de lo público, con una sanidad que cada año los sinvergüenzas de turno presupuestan más para los conciertos con la privada y menos para el sostenimiento de la pública. Ni en la educación pública a la que están trasvasando también los fondos hacia la privada hasta llegar a becar a los ricos y negarle el pan de los comedores a los niños pobres. De igual forma, se desvía la desinformación hacia otros derroteros para que no se trate la vergüenza que claman las calles de que este gobierno y los de toda la Unión, pasen por alto el genocidio y las barbaridades que Israel y USA están cometiendo en Gaza con más de 4.000 niños asesinados y todo para intentar que USA no pierda negocio ni estatus mundial a causa de las últimas acciones del los Brics, y para que el asqueroso hideputa Netanyahu termine su limpieza étnica en Palestina.

Si uno mira los acuerdos entre el PSOE y los demás partidos, ni una puñetera medida social importante, ni una puñetera promesa de derogar las leyes mordaza o de privatización de la sanidad (Ley 15/97) ni una propuesta sobre acceso a la vivienda, cuando este problema asfixia a 3.000.000 de hogares españoles, ni de la precariedad que significa que en la mayoría de los hogares españoles 6 de cada 10 euros deben destinarse a casa y comida, lo que hace difícil tener una vida sana, medianamente feliz y con ambición de futuro.

Y por supuesto, ni una sola medida destinada a paliar los efectos del cambio climático, o a mitigar las consecuencias de un decrecimiento forzado que ya está aquí y que supone que los pobres tengan que morir en masa para que los ricos puedan seguir con su modo de vida de consumo y desenfreno. Todas las medidas conformadas en la hoja de ruta con SUMAR son hambre para hoy y miseria para mañana. Meter dinero público en el bolsillo de las multinacionales eléctricas y petrolíferas con inventos para idiotas como el Hidrógeno Verde, las baterías de plomo o cualquier otro cuento chino que no tienen como fin el cambio de modelo sino seguir con el mismo pero con otra fuente de energía, lo cual ya han advertido los expertos hasta la saciedad, que es imposible porque no hay ni recursos, ni alimentos para todos con este modo de vida.

En fin, que ya estoy tan saturado y tan harto de este Madrid que es España y de esta España que es Madrid pero que en realidad, es una enfermedad terminal que lo mejor es salir corriendo. Porque como decía Julio Iglesias, «la vida siempre sigue igual» y no parece que a la idiocia le preocupe. La mayoría se aferra al refrán castellano, «para lo que me queda en el convento,…» . Y toman la vida  como también decía Brece Lee, «be water, my friend». La mayoría sigue siendo fiel retrato de lo que Cervantes explicaba en el Quijote en la persona de Sancho Panza: ven molinos en lugar de monstruos y prefieren el odre a la lana.

Salud, decrecimiento, ecología, feminismo, república y más escuelas públicas y laicas.

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