No es sólo información, sino que existen documentos y testimonios jurados que demuestran que tanto Donald Trump como su equipo más cercano recaudaron más de 3 millones de dólares que, posteriormente, entregaron a las organizaciones supremacistas, racistas y negacionistas electorales que asaltaron el Capitolio con el objetivo de revertir por la fuerza el resultado de las elecciones de 2020.
Así consta en las pruebas con las que cuentan tanto el fiscal Jack Smith como la magistrada Tanya Chutkan, los encargados de juzgar al expresidente Trump por intentar revertir con violencia la voluntad del pueblo estadounidense expresada en las urnas.
Importantes miembros del equipo de campaña de Donald Trump recaudaron, presuntamente, hasta 3 millones de dólares para financiar la manifestación del 6 de enero en Washington que precedió al asalto al Capitolio, según se indica en la documentación de las diferentes comisiones de investigación que se están desarrollando tanto en tribunales como en el propio Congreso de los Estados Unidos. Una parte de ese dinero fluyó de manera oscura entre las organizaciones republicanas que ayudaron traer a miles de personas al evento.
En concreto, la responsable de recaudación de fondos de la campaña de Trump gestionó la distribución de parte del dinero recaudado para apoyar la manifestación.
De momento, los investigadores no han podido confirmar de manera independiente exactamente cuánto se recaudó o finalmente se gastó en los preparativos para la manifestación porque las organizaciones que supuestamente recibieron fondos son grupos que no están legalmente obligadas a revelar públicamente los detalles de sus gastos.
Según el Wall Street Journal, los gastos de la manifestación previa al asalto del Capitolio no ascendieron más allá de los 500.000 dólares y, además, 300.000 fueron financiados por una única donación facilitada por la dueña de una cadena de supermercados.
En consecuencia, faltan 2,5 millones de dólares que no han sido justificados y que sirvieron, entre otras cosas, para llenar autobuses de los miles de personas que se congregaron en el National Mall y que, posteriormente, se dirigieron al Capitolio.
Información de los servicios de inteligencia
Una de las primeras líneas de investigación iniciadas por los servicios de inteligencia norteamericanos se dirigió hacia los altos funcionarios de la Casa Blanca y al apoyo de importantes miembros del Partido Republicano.
Una de las primeras certezas que ha revelado la investigación es que uno de los objetivos del asalto, además de paralizar la sesión que iba a certificar los resultados electorales, era el secuestro y asesinato de varios miembros del Congreso, puesto que muchos de los seguidores de Trump llevaban esposas y bridas de plástico para inmovilizar a las posibles víctimas.
El propio exvicepresidente de Trump, Mike Pence, estuvo en peligro, dado que un grupo de asaltantes llegó a su despacho pocos minutos después de que las fuerzas de seguridad lo trasladaran a un lugar seguro.
El asalto no fue improvisado, sino, más bien, todo lo contrario. Según un informe de la empresa Site International Group, especializada en suministrar información a gobiernos sobre amenazas terroristas o de grupos extremistas, hubo muchos indicios sobre la preparación del intento de golpe de Estado.
En el titular se afirma con contundencia lo de los 3 millones de dólares y en el desarrollo del artículo se dice «presuntamente», creo que se trata de un intento claro de manipulación de la información.
Se hacen afirmaciones según lo que quieren demostrar los miembros de la fiscalía, que además son todos republicanos. Antes de asegurar nada habrá que ver si las pruebas que se presentan son determinantes ante el juez para afirmar lo que dice este artículo, pero no antes. Me pregunto si el objetivo de este artículo es informar o manipular la opinion pública, es mas que evidente lo segundo.