Los estudiantes de la Universidad de Columbia (Nueva York) se han convertido en símbolo de la defensa de los derechos de los palestinos en Estados Unidos y en Occidente. Una revuelta estudiantil que recuerda en buena medida a aquellas movilizaciones de la población estadounidense de los años sesenta y setenta contra el racismo y la guerra de Vietnam. Se trata de una primera barricada en la encarnizada lucha ideológica entre demócratas y trumpistas. Además, en las últimas horas otros campus estadounidenses se han sumado a la protesta. Así, al menos 15 personas han resultado heridas, una de ellas hospitalizada, tras una serie de enfrentamientos entre manifestantes propalestinos y contramanifestantes proisraelíes en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en el marco de las movilizaciones que han dejado ya más de un millar de detenciones.
En total, más de 40 detenciones durante la jornada del miércoles en Estados Unidos, con alrededor de 1.700 detenidos en las últimas dos semanas en varias universidades. En Texas, los agentes de la Policía han intervenido en la Universidad de Texas para arrestar a 17 manifestantes después de que estos se negasen a retirar las tiendas de campaña. Y en la Universidad de Búfalo, los agentes han detenido a 16 estudiantes y “otros individuos no relacionados” con el centro tras una petición de abandonar el espacio del campus, a los que hay que sumar que 90 manifestantes propalestinos, estudiantes y forasteros, fueron arrestados este miércoles en la Universidad de Dartmouth en New Hampshire.
Además, después de lo sucedido en la Universidad de Columbia este martes (alrededor de 300 detenidos), otros 15 manifestantes han sido detenidos por la Policía de Nueva York mientras dispersaban una protesta en la Universidad de Fordham, donde se espera que esta cifra siga creciendo, según las autoridades.
Tras una jornada donde ya hubo enfrentamientos en el campus de UCLA, este miércoles han vuelto a producirse altercados entre los protestantes propalestinos acampados en el lugar con grupos proisraelíes que han acudido al campus.
Al atardecer, oficiales con equipo táctico comenzaron a desfilar hacia el campus de UCLA adyacente a un complejo de tiendas de campaña ocupadas por multitudes de manifestantes. Se vio a algunos manifestantes con cascos, gafas protectoras y máscaras respiratorias en anticipación de la redada, un día después de que la universidad declarara ilegal el campamento.
Sin embargo, no actuaron de inmediato, por lo que un grupo mucho más pequeño de manifestantes que ondeaban banderas israelíes arremetieron contra la policía para que cerrara el campamento, gritando: “Oye, ho-ho, la ocupación tiene que desaparecer”. Pero los agentes de policía permanecieron en la periferia de las tiendas de campaña durante horas esperando órdenes de los comandantes para retirar las barricadas y marchar hacia el campamento para arrestar a los ocupantes que se negaron a irse.
Los focos de conflicto social estallan por todas partes. El clima político se está haciendo cada vez más irrespirable en EE.UU. Mientras tanto, los altercados están siendo aprovechados por el expresidente de Estados Unidos y precandidato republicano Donald Trump para hacer una de sus campañas de demagogia populista de cara a las Presidenciales de noviembre. Inmerso en varios procesos judiciales y consciente de que se juega su futuro en los próximos meses, Trump está agitando los vientos fascistas en todo el país. El magnate estadounidense aplaudió este miércoles el “gran trabajo” de la Policía de Nueva York en el desalojo de los manifestantes propalestinos que habían acampado en la Universidad de Columbia. El momento en que la Policía inició la operación en la UCLA y los manifestantes intentaron rechazarla con un extintor.
Durante un mitin en Waukesha (Wisconsin), el magnate neoyorquino dijo que “Nueva York estaba bajo asalto” por parte de los estudiantes que denunciaban la política estadounidense de apoyo a Israel ante la guerra de Gaza. “La policía llegó y en dos horas todo había acabado. Fue precioso de ver, lo mejor de Nueva York”, expresó el republicano entre aplausos del público”. “Los vieron subir en escaleras, rompiendo las ventanas y entrando y eso es peligroso… Lo derribaron y estuvieron increíbles”. Todo ello mientras llega a las pantallas la película Civil War, una distopía sobre algo que realmente, y a la vista de la atmósfera cada vez más violenta, puede llegar a ocurrir.
