Las descalificaciones y la campaña internacional de difamación que están sufriendo tanto República Dominicana como su presidente, Luis Abinader, han sido destrozadas por los hechos y los datos oficiales.
En esta ocasión ha vuelto a ser el Fondo Monetario Internacional (FMI) el que ha avalado de manera radical la gestión que está haciendo Luis Abinader desde agosto de 2020 hasta ahora. Esas cifras son incuestionables y ni siquiera la manipulación de la oposición liderada por Leonel Fernández puede rebatir los datos. El populismo choca con la realidad y ni siquiera campañas de difamación y falsedades, que hacen daño a la propia soberanía nacional, pueden subvertir los hechos.
Según el baremo de octubre de 2023 del FMI, República Dominicana tiene una tasa de crecimiento del 3%, lo que confirma la robustez de la economía dominicana y avala el fortalecimiento del país frente a la situación actual.
Además, la República Dominicana de Luis Abinader se sitúa con una tasa de crecimiento por encima de las grandes potencias mundiales. Estados Unidos, según las cifras del Fondo, crecerá un 2,1%, Canadá un 1,3%, Argentina entra en una recesión del -2,5%. Por otro lado, todos los países miembro de la Unión Europea se sitúan por debajo de República Dominicana: Portugal (2,3%), España (2,5%), Francia (1%), Bélgica (1%), Países Bajos (0,6%), Italia (0,7%), Alemania (-0,5%), Suecia (-0,7%) y Finlandia (-0,1%). Por su parte, Reino Unido se queda en un 0,5% y Noruega en un 2,3% de crecimiento.
Las cifras del FMI avalan toda la trayectoria del gobierno de Luis Abinader, quien, desde que llegó a la Presidencia en agosto de 2020, siempre ha obtenido un crecimiento positivo y sostenido, a pesar de las graves circunstancias geopolíticas a las que se ha tenido que enfrentar.
Desde que Luis Abinader es el Jefe del Estado de la República Dominicana la evolución ha sido favorable. Primero se recuperó de la recesión provocada por la pandemia y se pasó del -6,7% que dejó Danilo Medina al 12,3% en el primer año de gobierno del cambio.
La invasión de Ucrania por parte de Rusia impactó en todo el mundo con una crisis energética que provocó una inflación importada que afectó a todo el planeta y contra la que aún se está luchando. Sin embargo, las medidas puestas en marcha por Luis Abinader han mantenido siempre a República Dominicana por encima del resto de potencias económicas mundiales, lo que demuestra que poner los recursos del Estado al servicio del pueblo no es un gasto inútil sino la salvaguarda de la economía nacional.
Abinader llegó a la Presidencia con la promesa de implementar un cambio radical en el modo de gobernar. Lo está haciendo y los resultados lo demuestran.
Estas cifras del FMI, además, demuestran cómo República Dominicana tiene capacidad para crecer cuando los recursos públicos se destinan al pueblo y no a redes de corrupción que durante décadas han saqueado la prosperidad del país caribeño. De eso, por cierto, la ciudadanía dominicana todavía está esperando explicaciones por parte de quien ahora se presenta como «la voz del pueblo» pero que, en realidad, no es más que el silbido molesto de un mosquito a la hora de la siesta.
Al pueblo se le da voz con hechos, no con manipulaciones ni palabras bien elegidas. El pueblo exige de sus representantes que no salgan más ricos de lo que entraron ni que se utilicen subterfugios para alcanzar el poder y destruir la prosperidad de las familias.
Lo que está demostrando Luis Abinader y su gobierno es que, además, la transparencia es un buen argumento para la captación de inversiones internacionales. Ya no hay dudas de que, en la actualidad, el dinero que entra en República Dominicana se gasta en los fines primigenios, no en bolsillos agradecidos que ahora claman por recuperar el poder traicionando, incluso, las bases más fundamentales de la nación dominicana.
