sábado, 18mayo, 2024
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Ducharse con agua fría

Gonzalo Osés
Gonzalo Oséshttp://www.gonzalooses.es
Soy abre puertas, se me da bien conectar necesidades con soluciones. Me rijo por tres frases: la de mi madre “la vergüenza pasa y el provecho queda en casa”; la de mi padre, “la persona más feliz es la que menos necesidades tiene”; y la mía, “para crear valor hay que tener valor”. En plan profesional, soy FEO (Facilito Estrategias Operativas), cofundador de Xaudable, conecto innovación con el mercado, mentor y docente en @eoi y @SEK_lab. Emprendedor con mi startup de comida rápida saludable. Autor libro “abre puertas, cómo vender a empresas”. Miembro de @Covidwarriors. En otras décadas organicé en IFEMA la feria Casa Pasarela y fui gerente de un concesionario oficial en Madrid de motos Honda. Licenciado en Dirección y Administración de empresas por CEU San Pablo, diplomado en diseño industrial por IED (Instituto Europeo Di Design), master de comunicación aplicada en Instituto HUNE.
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análisis

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Ya me gustaría tener la fuerza de voluntad de mi madre, que dejó de fumar el día después que el médico le sugirió a mi padre que debería dejar de fumar, y así hacérselo más fácil a mi padre.

Hace un mes, en una de esas mañanas que vivía en automático, al estar bajo la ducha, me desperté de golpe, ¡redios! El agua está helada.

Tras comprobar que no había ningún problema de suministro con el gas. Justo antes de llamar a la compañía del gas para que vinieran a arreglar el calentador, se me encendió una de mis alocadas ideas, «¿y su pruebo a ducharme con agua fría?». La tarea era ardua, porque al llegarme el pelo por los hombros es un buen rato bajo el agua helada. Sí tengo que actualizar la foto de mi biografía.

La única forma que me funciona para hacer algo de forma voluntaria, que a priori no me va a molar es poner a todo trapo la canción de U2 «Sunday bloody Sunday».

El caso, es que son sus primeros acordes los que me anestesian y reciba de buen grado el agua helada de la mañana. Me ha pasado alguna mañana que he procrastinado en exceso y me he puesto en la cascada a mitad de canción y no consigo sintonizar mis sensaciones de la misma forma.

Para mi sorpresa, el pelo no tiene sensores que me avisen si el agua está helada o no. Así que, echando el pelo para adelante es muy fácil aclararlo sin sufrir.

Otra agradable sorpresa, es que el ahorro de agua es enorme. Ahora, me mojo mi cuerpo con los primeros compases, cierro el grifo de agua para enjabonarme, y lo abro para quitarme el jabón. A diferencia de la minutada que me pasaba hasta hace un mes desperdiciando agua y energía debajo de la ducha. Ahora me dejó de duchar a la mitad

Así mismo, noto como mi cuerpo se activa antes y es más propenso a la acción inmediata al inicio del día con plena concentración, desde el primer momento. Así mismo, mi pelo está como menos apelmazado. Como si ducharse con agua fría me sacará de una somnolienta zona de confort. ¿Será este un acto antisistema para dejar de estar todo el día en modo dubitativo?

Como no soy un héroe, me sigo secando el pelo con el secador, y aunque sea en un par de minutos. No sé si esa electricidad que uso de qué fuente proviene, y aquí ánimo al lobby eléctrico español a que generen un nuevo servicio, donde cada consumidor decida de qué fuente quiere su energía, que creo se puede trazar con blockchain.

El día que consiga ducharme sin U2, ese día renaceran miles de gatitos en Instagram.

GO!

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1 COMENTARIO

  1. Darse una ducha fría puede ser algo poco agradable cuando hace temperaturas bajas en la casa o en la calle. Si estás pensando en poner un calentador de agua caliente en tu hogar, visita un lugar especializado donde te asesoren y te instalen el calentador que mejor se adapte a las necesidades de tu hogar.

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