La ampliación de la UE es clave para Portugal, según anunció ayer miércoles el ministro de Asuntos Exteriores portugués, Paulo Rangel, señalando a las posibles oportunidades económicas, que según él solucionarían el problema de la soberanía alimentaria.
Rangel expresó la posición de Portugal durante una audiencia en la comisión parlamentaria de Asuntos Europeos. «La posición del gobierno portugués ante la ampliación es muy favorable, por razones estratégicas y por ello no tiene las reticencias o desganas que tuvo el gobierno anterior», señaló.
La adhesión de Ucrania «es fundamental para Portugal», porque se considera como una «oportunidad económica», al tratarse de un país «claramente proatlántico».
«Nosotros en Europa necesitamos aliados en el Atlántico», rechazando así la idea de que la ampliación sería un «giro hacia el este». «Es exactamente lo contrario: se trata de países muy proatlánticos, que serán socios de Portugal, posiblemente los Países Bajos, Dinamarca, Suecia e Irlanda. Al abrirse al Atlántico, dan a la UE una profundidad atlántica estratégica».
«La entrada de Ucrania permitirá resolver el problema alimentario», afirmó. En este sentido, destacó «la importancia estratégica de la entrada de Ucrania», aunque también reconoció que los agricultores tendrán «muchos problemas» y deberán «ser compensados».
