En una exhibición magistral de lo que podría verse como una profunda preocupación por los procedimientos legislativos y el Estado de derecho, el Partido Popular (PP) ha decidido erigirse como el paladín de la legalidad frente a la tramitación de la ley de Amnistía. Liderados por el «inquebrantable» Miguel Tellado, el «bulldog» de Feijóo, cuyo fervor por el reglamento del Congreso podría hacer palidecer a los propios padres de la Constitución, el PP ha desplegado un espectáculo de resistencia que roza lo quijotesco.
La decisión de la presidenta del Congreso, Francina Armengol, de devolver la propuesta de ley a la Comisión de Justicia ha encendido los ánimos del PP con la intensidad de un drama shakespeariano, pero con la trama de una comedia de enredos. En una jugada que intentan que parezca un intento de salvar a España de un destino legislativo dudoso, el PP no solo ha presentado un escrito de reconsideración, sino que también amenaza con elevar su lamento a cualquier instancia dispuesta a escuchar. Este noble acto de desesperación legislativa, según el PP, es un intento de preservar la sacralidad del proceso parlamentario, aunque de lo que se trata es de practicar una táctica dilatoria con un toque de teatro político.
El PP, en su papel de guardián de la legalidad, advierte sobre las «consecuencias irreparables» de continuar con la tramitación de la ley, en un tono que evoca visiones apocalípticas dignas de una superproducción de Hollywood. A través de una lente dramáticamente oscura, nos pintan un futuro donde la tramitación de esta ley podría desencadenar una crisis constitucional, ignorando convenientemente que el debate y el disenso forman parte del núcleo de cualquier democracia saludable.
Con una mezcla de ironía involuntaria y una seriedad que raya en lo cómico, el PP critica al PSOE y a sus aliados por lo que denomina una «huida hacia adelante». Este término, elegido con la delicadeza de un elefante en una tienda de porcelana, intenta condenar el intento de seguir adelante con la legislación. Cuando lo que esta «huida hacia adelante», que dicen los populares, choca frontalmente con una «retirada hacia el pasado» anclando el debate político en una negación obstinada de cualquier progreso por parte de los populares.
En esta tragicomedia política, el PP olvida su rol. Los de Feijóo no deberían limitarse a ser los antagonistas en la historia de la ley de amnistía. La democracia española no se beneficia de villanos unidimensionales ni de héroes autoproclamados, sino de actores políticos dispuestos a entablar un diálogo constructivo y buscar soluciones conjuntas.
La ironía final, claro está, radica en que mientras el PP intenta vestirse con la toga del defensor de la democracia, su intransigencia y su apetito por el conflicto están ofreciendo el más claro ejemplo de cómo no avanzar en el complejo arte de la legislación y el gobierno.
Quizás, en un giro digno de las mejores obras de teatro, el PP podría reconsiderar su papel y optar por una actuación más colaborativa, en lugar de seguir en su papel de antagonista. Después de todo, incluso en la política, a veces el cambio de guion puede llevar a un final mucho más satisfactorio.
Hay muchos signos que revelan la hipocresía del PP desde siempre…cuando hablan, dicen mentiras, cuando prometen algo, no lo cumple… Ayuso,Feijoo….siempre se escudan detrás de un elevado sentido de decencia, ética y honestidad…con el objetivo de manipular…No son los otros los que separan a los españoles…es la derecha con sus discursos de odio, la falta de respeto…frecuentemente utiliza para conseguir el poder…
Todo lo dicho no sería posible sin la ayuda de todos los medios de comunicación afines al PP, osea el 99 %de las televisiones y el 90 %de la prensa escrita. Si hasta la cadena Cuatro ha recuperado las Noticias para disponer de 60 minutos extras para seguir echando más mierda al Gobierno y seguir dando veracidad a los relatos de ficción de los jueces /políticos del PP VOX
Cuanta verdad dice… Medios de comunicación son los cómplices de las mentiras y engaños… Cooperadores necesarios del PP, VOX…
…Medios de comunicación son los cómplices de las mentiras y engaños… Cooperadores necesarios del PP, VOX… Sí, pero los que son como ellos, los votan.
Necesitaríamos un ministerio de defensa política contra la extrema derecha,pp/vox, son los verdaderos enemigos de la democracia. Les pagamos para que nos insulten, amenacen y pongan a parir a nuestro gobierno. Y encima erre que erre con mantener sus ilegales jueces en su sillón. Se ve que les sale rentable.
El PP aparte de ser una organización criminal, según sentencia judicial; es también, una organización cacófaga, solo se siente bien en la pocilga política. No es de extrañar, no olvidemos que su máximo dirigente apareció fotografiado con uno de los mayores narcotraficantes gallegos.