En estos días pasados, en difusiones que he hecho sobre otras actividades en el Ateneo de Madrid del cual soy socio desde el año 2002 – muchas veces con gusto, algunas con disgusto, y siempre muy honrado-; en estos días, iba yo diciendo, cuando he difundido algunas actividades ateneístas; el recital poético antológico de la escritora Luz Macías y el acto final del Curso 2022-23 de la Sección de Ciencias de la Educación, que ha encabezado, durante dicho curso, el profesor Jaime Ruiz Reig, de candidatura independiente. Le reemplazará en el curso 2023-24 la Sra. Alicia Delibes Liniers, de candidatura del «Grupo 1820», el grupo socio-electoral ateneísta liderado por mi amigo Luis Arroyo Martínez. Pero es natural que en octubre de 2024 yo vuelva a apoyar en las urnas a mi también amigo Jaime, y le apoyará todo el grupo socio-electoral en el cual estoy, «Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo», el grupo de Carlos París; con razón de estos actos públicos, -prosigo…-, que difundí, «aproveché» también, en el mejor sentido del término, para ir pre-anunciando otro acto en el mismo Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid: el Recuerdo al enorme científico de compromiso social (y también de enorme compromiso ateneísta, ojo…), Ernesto García Camarero, este domingo 26 de noviembre de 2023, cuando se cumplirá un año exacto de su muerte.
Ese acto, el cual es público, este domingo, a las siete y media de la tarde, en el Ateneo de Madrid (C/ Prado, 21. Metro Antón Martín), va informado también en el cartel adjunto y aquí:
Fui pre-anunciando en estos días pasados, pues estaba y está relacionado con los otros actos ateneístas que difundí.
Así, Luz Macías es la escritora quien hizo una biografía conversacional con Ernesto, imprescindible para quien quiera conocer a este gigante, hoy ya en silencio, pero presente; vigente.
(Podrá disponerse de dicha obra -que ya presentamos el año pasado junto al propio Ernesto-, el próximo domingo, para quien no la conozca).
Y así también, los valores de Cultura fraternal y solidaria; no corporativa ni mercantilizada, que Ernesto defendió siempre (luego volveré sobre esto…), hasta su último día de existencia física; dichos valores, digo, son los mismos que ha defendido el equipo de la Sección de Ciencias de la Educación del Ateneo de Madrid encabezado por Jaime Ruiz.
Y los mismos valores, añado, que seguimos defendiendo en la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín», no en vano, otro científico de firme, indoblegable compromiso social.
Todo está conectado. No resulta casual.
Como tampoco, que el último acto público en el Ateneo de Madrid en el cual participó el gran Ernesto García Camarero, lo hizo con la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín». Puede comprobarse aquí, por favor:
Yo no digo, conste, que no pueda admirarse la talla científica, que es mundial, ver aquí…
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Ernesto_Garc%C3%ADa_Camarero
… no pueda admirarse, digo, esa talla, sin compartir necesariamente sus valores sociales y ateneístas. Se puede, sí señor, y yo invito atentamente a asistir al acto también a quienes lo hagan «solamente en ese plano». Es decir: a quienes -en su perfecto derecho…-, no están con las ideas que para la sociedad (de base igualitaria) y para el Ateneo (su constitución histórica) tenía Ernesto García Camarero, pero reconocen la importancia que para la Historia de la Ciencia tiene su figura.
Puede asistirse así el próximo domingo 26 de noviembre, claro que sí, y bienvenida -claro lo digo…-, toda persona quien así lo haga. Yo difundo hoy también para esas personas, también.
Y dicho ello y dicho bien claro, digo también por otra parte, que la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín», cuyas personas -como Pedro García Bilbao y quien ahora escribe-, estamos en la organización de este acto, lo hacemos desde la identificación «también» con esas ideas sociales y ateneístas que defendió Ernesto hasta su último día y nosotros/as seguimos defendiendo en colectivos ateneístas como la citada Agrupación Negrín y también la Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo, por ejemplo, fundada por un coetáneo y amigo de Ernesto García Camarero; otro gigante como él, el filósofo Carlos París, ya lo he dicho.
(El próximo 31 de enero la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín» -con la cual también él participó activamente-, conmemoraremos el X aniversario de su fallecimiento. Lo anuncié en la más reciente Junta General del Ateneo de Madrid y ya hice el trámite normativo en la Secretaría y Coordinación de Actividades del Ateneo).
Iba explicando, que las personas ateneístas «de Negrín», con todo respeto a otras perspectivas posibles, enfocaremos la figura de Ernesto desde esa perspectiva «íntegra» (así la denomino). Que es la científica «y» también es la social y la ateneísta. Por eso era precisamente un humanista, por eso…
Para quienes deseen saber, conocer, recordar… (respeto haya quienes prefieran olvidar o desconocer), esa vertiente social y ateneísta del gran Ernesto García Camarero, les recomiendo este no muy largo artículo en «Diario 16» digital:
Es uno de los últimos, muy posiblemente «el último», que publicó Ernesto en vida. Y nada casualmente dedicó su temática al Ateneo de Madrid.
Por supuesto, y como el intelectual quien era -además de persona de técnica-, abordó esa temática específica puesta en relación -precisamente…-, con toda la problemática de la sociedad en general; de nuestro país, de nuestro mundo…
Precisamente, precisamente.
Es justamente la importancia (del tema del Ateneo de Madrid) que muchas personas seguimos viendo, como veía Ernesto, aunque haya también otras (personas) quienes -en su derecho-, no vean o no quieran ver, haciendo gala de cuanto yo creo -eso sí-, que es un pragmatismo utilitarista extremo y, a la postre, errado; contraproducente.
La obra de Ernesto García Camarero es de veras inmensa. Pero a quien no conozca nada de su figura, yo le recomendaría empezar con ese artículo que escribió para Diario 16 digital.
Casual o no casualmente, en su no mucha extensión, ha venido a ser -dicho artículo-, una suerte de compendio de su pensar, de su saber:
«El Ateneo está sufriendo un intento de control para someterlo a las normas dictadas por el pensamiento único e indiscutible del Neoliberalismo (…) Desde su fundación utilizó una organización que es democrática, no solo por el uso de las urnas, sino por la participación y cooperación de todos los socios, en plena igualdad, en la marcha de la Institución, y también por impedir que ninguno de ellos pretendiera perpetuarse en su cargo electo modificando el estatuto (…) Actualmente se presenta una nueva amenaza contra el reglamento democrático del Ateneo. Esta vez no por una resolución gubernativa ni por imposición de un régimen dictatorial. No, esta vez por considerar que el Ateneo está caduco, porque no se ajusta a las actuales tendencias neoliberales del pensamiento único, por considerar que le falta la agilidad de una gestión profesional adecuada, y también porque sus actos y actividades carecen de la brillantez y espectacularidad necesarios para facilitar el consumo de la ‘nueva cultura’ elaborada atendiendo a un marketing adecuado y también por no usar algoritmos y protocolos apoyados en las nuevas tecnologías que aseguren la modernidad de los productos culturales realizados»
Son las palabras de Ernesto García Camarero en el citado artículo, compruébese, por favor, compruébese…
Y no palabras tan lejanas en el tiempo, véase también la fecha, por favor: mediados de 2021.
No son, en esta ocasión, mis palabras. Tampoco las de Carlos París, quien bien podría haberlas firmado de no haber fallecido el 31 de enero de 2014. Las firmaría seguro, pues sabemos que su línea de pensamiento social era muy parecida, por no decir la misma.
Creían, ambos, en la igualdad basada en el sentido fraterno entre los seres humanos. Y consecuentemente, se oponían al neoliberalismo, el cual, con la naturaleza insolidaria que le es inherente, deshumaniza también la Cultura, el Arte, el Pensamiento… convirtiéndolos «simplemente» en competitividad entre grandes empresas, corporaciones, «firmas»… deshumanización al cabo (repito), por muchos oropeles con los cuales se vista, y «brillantez».
Bien lo sabían Carlos París y Ernesto García Camarero, quienes no pocos escritos dedicaron a ello. Sólo hay que buscar; interesarse.
Sobre todo, las personas quienes se consideran de pensamiento «alternativo» al dominante, pensamiento social avanzado, pero a veces pareciese que sólo están a la espera de ver cuál «regalo» les hace ésta o aquella gran corporación, grupo editorial, cadena de tv…
Pero el neoliberalismo -que es el capitalismo quintaesenciado-, no hace «regalos». Nunca. Siempre los cobra carísimos; en mucho más de lo que valen, y antes o después.
Ernesto García Camarero vivió lo suficiente para, en las urnas del 27 de octubre de 2022, votar por la constitución social histórica del Ateneo, frente a la pretensión -legítima pero, a nuestro entender, errada-, de poner un Reglamento corporativista a la asociación Ateneo Científico, Literario y Artístico de Madrid. Y dicha pretensión fue rechazada en unas urnas de afluencia masiva.
Fue casi lo último que le dio tiempo a hacer a nuestro querido gigante. Murió menos de un mes después. No pudo asistir a un segundo intento, el 30 de mayo de 2023, de poner esa Constitución corporativa frente a la histórica social del Ateneo. Volvió a ser rechazado ese intento. Aún por mayor margen de votos y con asistencia aún más masiva a las urnas.
Y dado que Ernesto para entonces ya había fallecido, eso demuestra, a mi entender, lo siguiente (atención):
Que, de manera muy diferente a cuanto periódicos neoliberales de gran tirada vienen diciendo desde 2021, y han vuelto a decir también recientemente; eso de que en el Ateneo de Madrid hay que «hablar más de los vivos que de los muertos» (cita literal; recientemente también en «El Mundo», edición digital del 21 de noviembre); muy diferente a eso -entiéndaseme y perdóneseme por enmendar…-, en una sociedad como la histórica del Ateneo madrileño, «la muerte», como concepto, en puridad, no existe.
En el Ateneo como Idea; la que defendieron personas (entre otras) como Carlos París y Ernesto García Camarero, y seguimos defendiendo personas (entre otras) como las de la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín» y las de Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo; en ese ideal histórico, no hay muerte, más que la solamente física. No la del Pensamiento. «Nunca». Pues éste, cuando es elevado a fuer de ateneísta, trasciende. Y sigue vivo, por supuesto.
Así sucedió por ejemplo con Ernesto (y con Carlos París), en las urnas del Reglamento del Ateneo el 30 de mayo de 2023. Ellos no estaban vivos en cuerpo, pero sí en mente. Y ganaron, debo decir. «Ganaron».
Cuanto más pronto se entienda que en un lugar -el cual es, en el fondo, un ideal-, como la histórica asociación Ateneo de Madrid, la etiquetación en «vivos» y en «muertos», no tiene lugar, no tiene sentido; cuanto antes se aprenda eso -creo yo-, mejor para todos. Con todo respeto lo digo.
Más allá de su nombre, el «Grupo 1820» ha fracasado ya por dos veces, y por más diferencia en la segunda, en su pretensión de una «Nueva Constitución» para el Ateneo de Madrid. Y ha fracasado, precisamente, por su contenido neoliberal. El neoliberalismo -precisamente-, que combatieron en vida terrena Carlos París y Ernesto García Camarero. «Y siguen» combatiendo en su permanencia intelectual, en su otra vida. Que lo es también, como ya he dicho, ateneísta.
Ya expliqué yo, también en Diario 16 digital, el problema del grupo socio-electoral ateneísta «Grupo 1820» con el neoliberalismo -fuerte; no menor…-, incrustado en su seno. En «Convergencia para la Estabilidad Democrática del Ateneo» no tenemos ese problema. Tenemos otros, pero no ese.
No creo, lo digo en serio, que mi consocio ateneísta, y amigo, Luis Arroyo, lo sea (neoliberal). Pero el problema está «ahí»; en su actual «espacio». No en el mío. Claro lo digo…
Y es por eso también que digo, que muy bienvenidos y bienvenidas si vienen, si asisten…, al recuerdo del enorme Ernesto García Camarero. Estén o no de acuerdo con sus ideas, que son también las mías. Pero con personas de ideas, no simplemente de intereses, siempre es posible el diálogo, pienso yo.
Yo quiero saber de las personas del «Grupo 1820»; las que de verdad son de dicho grupo, con él vinieron, como el propio Luis. Se equivoquen o no, según mi juicio. Corregir es de sabios y el adanismo se cura con tiempo.
Pero quiero saber de quienes de verdad. No hablo, pues, de las «adherencias»; de quienes, por ser, son de lo que sea, y al cabo, nada.
En que dialoguen quienes de verdad, cifro yo personalmente el futuro del Ateneo, parafraseando al gran Ernesto, título de lo que escribió y que he mostrado. El futuro del Ateneo. El de verdad.
(Recuerdo, que con el lema de Diálogo Social -desde unos principios, naturalmente-, escrito en la portada del Programa de «Convergencia», me presenté yo a la Presidencia de la Junta de Gobierno del Ateneo el 30 de mayo de 2023. Y fui -tras de Luis Arroyo y como en 2021-, la segunda persona más votada para el puesto. No la tercera, ni la cuarta, ni la quinta, dicho sea con todo respeto por mi parte. «Pero la segunda», tras de Luis. Como en 2021. Lo recuerdo, para que nadie se engañe y se asuma el hecho democrático).
Invito pues a todas las personas. Y no sólo del Ateneo.
De la Ciencia. Del Compromiso. De lo social. De la Cultura, el Arte y la Palabra. De la Escritura, el Pensamiento. «Invito». Este 26 de noviembre, en el Ateneo de Madrid, con razón de Ernesto García Camarero.
Estarán también:
Luz Macías, escritora. Su obra, de prestigio creciente, corre pareja a la del propio Ateneo. Y es la autora -ya lo dije-, de «Un científico humanista (conversando con Ernesto García Camarero)». Y es el origen verdadero -esto lo digo ahora…-, del acto público de este domingo 26 de noviembre.
Isabel Baeza Fernández, periodista de amplia experiencia. En la UNED. En Radio Juventud. En la SER. En Radio Nacional de España… y quien estuvo también en la Mesa de aquel último acto público, en el Ateneo de Madrid, de Ernesto en vida terrenal.
Joaquín Fernández, Catedrático Emérito de Biología Celular en la Universidad Complutense de Madrid. Historiador de la Ciencia y de la Técnica con una obra de magnitud; referencial. Y amigo de muchos años de Ernesto.
Pedro García Bilbao, profesor de Sociología. Amigo también de bastantes años, unos cuantos más que yo. Directivo (como yo) en la Junta de Gobierno del Ateneo de Madrid que presidía Carlos París con la Convergencia. Integrante (como yo) de la Agrupación Ateneísta «Juan Negrín», la cual organizó aquel último acto en el Ateneo en el que estuvo Ernesto en la Mesa, y organiza este acto del próximo 26 de noviembre de 2023, cuando se cumple el año justo de la desaparición física de nuestro admirado científico, consocio, amigo.
Estas son las personas del próximo domingo, además de quien ahora escribe. Pero habrá más, y también referenciales -estoy seguro-, entre quienes asistan al acto y, hablen, seguro, en la fase de coloquio. Es por eso, también, que animo.
Muchas gracias.
