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La bajada de impuestos de Feijóo convertirá España en Chernóbil

Uno de los principales problemas de las clases medias y trabajadoras es el incremento de las brechas de desigualdad que el candidato del Partido Popular afirma que logrará reducir bajando impuestos, sin embargo, la desigualdad está desbocada porque es un fenómeno global que no se soluciona con la eliminación del impuesto a las grandes fortunas ni provocando que la reducción de la factura fiscal de las grandes empresas

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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Tal y como publicamos en Diario16, las promesas de Alberto Núñez Feijóo están vacías de contenido, sobre todo en lo que se refiere a la lucha contra la desigualdad y a cerrar la brecha fiscal.

La realidad en España es que se «mima» a los ricos desde un punto de vista fiscal. La media de pago de los grandes patrimonios es del 0,03%, según se señala en un informe realizado por Nuria Badenes Plá, coordinadora del Instituto de Estudios Fiscales (IEF).

Este análisis muestra cómo la progresividad de los impuestos se rompe en cuanto se llega al 10% más rico, porque la tasa impositiva cae en picado gracias a las elevadas exenciones de las que disfrutan las clases privilegiadas de este país. Por ejemplo, son significativas las que aplican los ultrarricos gracias a su patrimonio improductivo (obras de arte, antigüedades, joyas).

Esta situación es una muestra de cómo la política fiscal es absolutamente injusta en España. Cuando los gobiernos progresistas han decidido subir los impuestos a los que más ganan o a los que más patrimonio atesoran, se han generado campañas que, sorprendentemente, apoyan los perjudicados por la obscena aplicación del sistema impositivo español.

Alberto Núñez Feijóo, Isabel Díaz Ayuso, Juanma Moreno Bonilla, Santiago Abascal y otros tantos populistas, algunos de ellos también del PSOE, juegan con el argumento de que a los millonarios (físicos y jurídicos) hay que «tratarles bien» fiscalmente porque generan riqueza y puestos de trabajo y, si se les suben los impuestos, se irán. Bueno, esto es absolutamente falso.

Esa preponderancia hacia la riqueza lo que provoca es el incremento de la desigualdad que, gracias a las políticas neoliberales, está absolutamente está fuera de control. Esto genera un grave problema y ​​los pronósticos, sobre todo si se impone el modelo defendido por el PP, son terroríficos.

Bajada de impuestos y Chernóbil

La bajada de impuestos anunciada por Alberto Núñez Feijóo para las rentas inferiores a 40.000 euros suena muy bien. El titular es fantástico, casi para ganar un Premio Pulitzer. Sin embargo, ni va a reducir los niveles de desigualdad ni va a evitar que  ricos estén acaparando la riqueza del país.

La crisis de 2008, que en España el Partido Popular pretendió frenar con unas políticas irresponsables de austeridad, provocó, tanto a nivel global como en el escenario español que crecieran las brechas entre los ricos y el resto de los ciudadanos.

Es un hecho que, tras la caída de Lehman Brothers, el 10% más rico de la población mundial ha acaparado el 90% de toda la riqueza mundial, mientras que la mitad más pobre del mundo posee solo el 2%. Las políticas de recorte fiscal para las grandes fortunas y las grandes corporaciones defendidas por el Partido Popular son un elemento fundamental para el exacerbamiento de la desigualdad. Eso no se arregla con la rebaja fiscal de Feijóo.

A todo lo anterior, se suma el hecho de que a los multimillonarios les fue bien durante el transcurso de la pandemia. En 2020, vieron el mayor aumento en su riqueza, mientras 100 millones de personas caían en la pobreza en todo el mundo. Las colas del hambre no se produjeron sólo por las políticas de Pedro Sánchez, sino que son la consecuencia directa del modelo económico y fiscal de la derecha.

El PP atenta con su programa contra el sistema en el que se cimenta una sociedad, cuanto menos, más igualitaria que la ley de la selva en la que los ricos dominan dejando a las clases medias y trabajadoras al albur de su limosna.

Las propuestas del Partido Popular y, sobre todo, de Isabel Díaz Ayuso, se basa en la eliminación prácticamente absoluta de los impuestos. Lo venden como algo que es favorable para toda la población cuando, en realidad, a los únicos que beneficia realmente es a las rentas altas y los grandes patrimonios.

A lo largo de la historia de España se han visto las consecuencias de la gran mentira del PP: «vamos a bajar los impuestos» o «el dinero mejor en el bolsillo del ciudadano que en el Estado». Eso implica, en primer lugar, una reducción drástica de los recursos de los sistemas públicos de protección social. En segundo término, provoca que, mientras un trabajador se ahorre apenas 20 euros al año, un alto ejecutivo de una gran empresa deje de pagar decenas de millones de euros. ¿Quién se beneficia realmente? Que un rico pague menos impuestos, ¿provoca que se genere más riqueza o que la riqueza se redistribuya? No, y ahí está la falacia, el fraude y la estafa democrática y constitucional.

Dentro del programa presentado por Alberto Núñez Feijóo se indica que la política fiscal irá por el camino que llevó al fracaso a países como Reino Unido y Estados Unidos.

«Atraeremos más inversiones internacionales que generen empleo y crecimiento mediante mejoras en el sistema de otorgamiento y ejecución de garantías reales, una revisión del marco fiscal y de deducciones para inversores y empresas emergentes, y la creación de una mesa para fortalecer a España como un centro financiero. Promoveremos un compromiso político para que España se convierta en un destino preferente para la inversión extranjera y estableceremos un marco regulatorio estable para industrias en crecimiento, intensificando la apuesta por la innovación y desarrollo».

Por tanto, la rebaja de impuestos va, en realidad, dirigida hacia los ricos y las grandes empresas que sólo buscan un domicilio fiscal con el que pagar menos impuestos pero que, en realidad, no generan empleo ni riqueza a las clases medias y trabajadoras. La rebaja del IRPF para las rentas menores de 40.000 euros no es más que un adorno que oculta todo lo demás.

Sin embargo, el Partido Popular no se esconde a la hora de afirmar que eliminará el impuesto a las grandes fortunas y se realizará una reforma integral del sistema fiscal, lo que, viniendo del PP, significa el debilitamiento de la recaudación y el incremento de la riqueza de los poderosos.

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6 COMENTARIOS

  1. A este le va a votar su tia yo jamas volvere a votar a ala Derecha un trabajador solo tiene que votar a la Izquierda pero es esta republica bananera no hay ningún partido de Izquierda solo hay basura politica asi que yo no vote en las municipales y menos voy a votar en estala del mes de Julio

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