En el contexto de las elecciones autonómicas en Galicia, la estrategia de miedo del Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo, deja perplejos a muchos gallegos. A pocos días de los comicios, el líder popular se lanza contra el PSOE, afirmando que este último «trabaja» para posibilitar un gobierno independentista en Galicia, liderado por el Bloque Nacionalista Galego (BNG). La absurda apelación del PP a los votantes socialistas moderados, en un intento por contrarrestar el disparado ascenso del BNG y su candidata, Ana Pontón, refleja una táctica de polarización política, intentando enmarcar la elección como una disyuntiva existencial para España.
La crítica al PSOE por supuestamente alinear sus recursos con una formación independentista, a la vez que se repudian los supuestos esfuerzos por «eliminar el castellano de las aulas» en Galicia, deja clara la estrategia del PP basada en el miedo y la división. Además, estas maniobras políticas por parte del PP pretenden desviar la atención de los verdaderos problemas de los gallegos. Los del Partido Popular, presos del pánico ante la que cada día más cercana posibilidad de perder el Gobierno de la Xunta, se sacan de la manga un «Gibraltar» para desviar la atención de lo que de verdad importa.
15 años al mando de Galicia
Durante 15 años al mando de Galicia, el PP, bajo la liderazgo de Feijóo, ha privatizado y debilitado el sistema de salud público, ha retirado ayudas a familias para diferentes necesidades, dejaron sin financiación suficiente y adecuada la ley de dependencia, hubo una ausencia absoluta de vivienda pública, y ha provocado que los talentos locales emigren en búsqueda de oportunidades. Estos temas de preocupación para los gallegos han sido ignorados o mal gestionados por el gobierno del PP.
Feijóo intenta ahora importar a Galicia un modelo de confrontación similar al vivido en Cataluña
Feijóo intenta ahora importar a Galicia un modelo de confrontación similar al vivido en Cataluña, basando su campaña en disputas identitarias que no tienen ningún impacto real en el bienestar diario de los gallegos. Este enfoque, lejos de abordar las necesidades y preocupaciones de los ciudadanos, busca distraer y dividir a la población mediante el recurso a la retórica del enfrentamiento y el nacionalismo.
Más allá de las estrategias electorales y las acusaciones cruzadas entre partidos, lo que está en juego en estas elecciones es el futuro de Galicia y la capacidad de sus líderes para atender a las necesidades reales de sus habitantes. El relato de «España sí o España no» simplifica indebidamente la complejidad de los desafíos políticos, sociales y económicos que enfrenta Galicia, y subestima la inteligencia y el deseo de los votantes gallegos por políticas que mejoren sus vidas, más allá de las divisiones partidistas e ideológicas.
