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López Obrador: Una hispanidad mandinga o de cortes

“Cuando Casa América o Caixa Fórum realizan debates sobre el tema excluyendo deliberadamente a los negros e indios críticos (pobrecitos salvajes) por miedo a que cambie el relato del blanco bueno civilizador,”

Abuy Nfubea
Abuy Nfubea
Periodista y director de Uhuru Afrika TV
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análisis

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La carta del mandinga López Obrador- presidente mexicano-dirigida al papa y al rey de España, Felipe VI, exigiéndoles perdón por la conquista en cumplimiento de la Conferencia Mundial contra el racismo de Durban 2001, ha creado un terremoto político mediático entre los hispanos, como diría el seleccionador de balonmano. Lo hispano no es como lo presenta los medios: Messi, Sakira, Juanes o Valdano. Es diverso, de hecho, existen hispanos cristianos, judíos, chamanes, mujeres, hombres, LGTBIQ, musulmanes, vudú, indígenas, rubios y negros como el carbón.

Aunque parezca lo contrario, los hispanos blancos o emblanquecidos como decía Ismael Ribera son la minoría pero su realidad, sentimientos, estética, poder, violencia, economía, y voluntad de ser, es hegemónica. En cualquier país y régimen latinoamericano desde la Venezuela y cuba boliviana semie kkklanica brasileña o la derecha pinochetista de Piñera a las leyes de blanquecización del argentino Sarmiento:  controlan cualquier poder del estado, la policía, ejército, bancos, tv, universidades, tierras, educación, arte etc… En eso no hay mucha diferencia. Después de 500 años del cimarrón Antón Mandinga, el único lugar donde los negros se ven en Ecuador es en la selección nacional de fútbol. El Brasil y Colombia el número de negros asesinados por la policía supera cuatro veces al de EEUU.

Los hispanos no blancos negros e indios (65% de 500 millones) pero su realidad, sentimientos, estética y voluntad de ser son insignificante – Pero desde la era Obama los hispanos no blancos, aunque muy empobrecidos se percataron de su sentido de pertenencia y mayoría social. Descubrieron gracias a la Fundación Vida Grupo Ecológico Verde y Uhuru Afrika televisión que no solo son la mayoría y que tienen derecho a revisar lo que, hasta la pastoral, SEGID, OEA, AECIDE, Fundación Carolina, BBVA, Telefónica, UCM etc… les ha dicho que son: objetos de la historia por que el sujeto son los blanquitos.  Todas esas instituciones del poder blanco mestizo sin mestizaje. ¿Cómo es posible que EE. UU. con mitad de población negra que Colombia, los gringos hayan elevado además de un presidente, ministros como Condolezza o Powell, rectores de universidad, jefes de policía, alcaldesas o personajes como Malcolm X, Martin Luther King mientras que Piedad Córdoba siquiera tomó la palabra en la ceremonia de la Paz con las FARC?

Desde entonces la realidad de los afrodescendientes ya no se reduce a la SEGIB o las banales conferencias de blancos para blancos en Casa América, congresos de la lengua sin color, los premios Cervantes, entregados siempre a blanquitos muy blancos como Vargas Llosa y no a Donato Ndong. Gente que repite palabras carentes de sentido hoy como mestizaje o el típico sudaca que, sin venir a cuento, insiste en el besamanos del monarca que tiene antepasados extremeños. En la misma línea de Junqueras cuando afirmaba ante Marchena, amar profundamente a España, tanto que me quiero separar. Todas estas cuestiones y nunca mejor dicho no pueden desligarse del análisis, contexto y contenido de la carta de López Obrador, quien lejos de enturbiar el debate lo ha sacado del fango del olvido de la memoria histórica, haciéndonos un gran favor a los 500 millones que compartimos la misma cultura y lengua. Parte de ser hispano, es español, indígena y africana. De hecho, durante el periodo colonial trajeron ala fuerza más personas provenientes de África que de Europa.

Hablamos español desde Los Yungas a Chocó, de Esmeraldas a Guinea Ecuatorial pasando por Filipinas: Entonces ¿porque pedir perdón a esa raíz de la que somos parte? Me preguntaba una señora en el metro. Por que, esa hispanidad es producto de una imposición y una violencia cuyas consecuencias todavía están vigentes porque la conquista no es pretérito, sino que sigue siendo muy presente y más bien lo que está en juego es la relación en el presente entre las culturas de la hispanidad. Y que la conquista deje de suceder en el presente pues sigue habiendo expolio a los indígenas como los mapuches.  El racismo del que hablamos para declarar el decenio afrodescendiente ONU 2014-2024, tiene su ganéis allí y sigue habiendo en México una relaciones sociales basadas en la conquista. Implica que los más blancos mandan sobre los menos blancos. Para entender la hispanidad hoy, es muy necesario abrir este debate hoy.

Es una pena que los hispanos blancos desde su intangibilidad tradicional, nos hurten a los demás la posibilidad de por fin mantener una discusión REAL y muy necesaria sobre un tema tan transcendental, debate que la transición del 78, nos negó porque no hubo revisión sino transitar. Y de tanto transitar se olvida todo. De repente Peret inventó la Rumba, llegaron las pateras, los negros fueron convertidos en subsaharianos, los indios en pueblos originarios y los maricones en LGTBI. Pero la carga de injusticia con aroma colonial casposo siguió siendo la misma o incluso peor.

El debate no es nuevo y ante el miedo, el auge de la extrema derecha, VOX y el regreso de la España de la contrarreforma siempre hubo y existe una fuerte tradición abolicionista. Tanto la PNL 2010 como el derribo de la estatua de Antonio López a iniciativa Panafricanista van en esa línea.  Incluso, el propio rey Juan Carlos I se disculpó en nombre de España ante los parlamentarios jamaicanos en Kingston diciendo:

“Quiero iniciar mis palabras [en nombre de España] rindiendo un tributo a los jamaicanos que dieron su vida en la lucha en contra la esclavitud una de los mayores execrables crímenes de la humanidad.”

Esa esclavitud la introdujo España en Jamaica, y esa gesta lo han hecho el gobierno peruano de Alana García, EEUU, Reino Unido, Alemania con Israel Francia, Canadá y como está haciendo con mucha dificultad Japón con Filipinas; Alemania con Namibia o Bélgica con Congo. Pero España, Italia y Portugal que estuvieron muy comprometidos con la trata de esclavos y el colonialismo hasta ayer, consideran que el perdón es una cuestión moral para la que ellos todavía no están preparados.

La respuesta frente al reto de la democracia no puede ser desacreditar a Obrador, un blanco sincero que dice lo que muchos otros piensan, pero tienen miedo porque llega la inquisición o los tercios de Flandes. Pretender que solo repitiendo en las tertulias adjetivos como: gilipollas, Venezuela, separatista, mambi, feminazi, Macías Nguema, ETA, populista con una salsa picante mezclada de Cataluña –o que a fuerza de repetir gentilicios de Oviedo como: los Aztecas eran totalitarios, y con ello creer haber sustanciado el debate, es de Paco Martínez Soria (Un gran actor) y un gran error. Cuando Casa América o Caixa Fórum realiza debates sobre el tema excluyendo deliberadamente a los negros e indios críticos (pobrecitos salvajes) por miedo a que cambie el relato del blanco bueno civilizador, atribuyéndoles nada más y nada menos la autoría de las veleidades coloniales, hoy llamada por los conquistadores: leyenda Negra, debilita mucho la hispanidad como instrumento democrático y lo convierte en lo que realmente ha sido hasta ahora: Poder Blanco en caras blancas. Es como subestimar la inteligencia de las mujeres violadas con el típico: » qué más da, no es para tanto, además ocurrió en el matrimonio y tenéis hijos», es mal de muchos, consuelo de Obiang o Puigdemont

Y es que el process ha abierto el tarro de un nacionalismo español de reacción a la unidad temática frente al separatismo catalán. Un nacionalismo que pretende sacarle réditos ideológicos en las inversiones de las multinacionales hispanas recordando con mucho orgullo la conquista y las magníficas aportaciones realizadas por los conquistadores como Cortes, Blas de Lezo, Bernal del Castillo y supuestas aportaciones como la lengua, religión o el fin de los sacrificios humanos pero sin aceptar la contrapartida, el lado oscuro de ese proceso como fue la esclavitud o el hecho de que la corona española marque a día de hoy una continuidad dinástica con los Austrias. Este nacionalismo español está de moda y su argumento de vanguardia está en atacar al multiculturalismo. Expoliados por miedo a Vox, hay mucha dificultad en reflexionar autocríticamente sobre nuestro pasado y estamos montados en una reivindicación de nuestro pasado imperialista, de modo que no estamos dispuestos a dialogar lo más mínimo. Los medios –en su gran mayoría incluido los de izquierda – están montados en ese mismo discurso que niega la pluralidad, diversidad y la categoría racial en los debates reproduciendo, esta ideología negacionista en meriendas de blancos, espacios donde solo hablan la derecha casposa.

Pero fue esta derecha que ahora por motivos electorales se lanza contra el feminismo, la multiculturalidad, la memoria histórica y López Obrador, quien dio en democracia los pasos más profundos de la reparación como fue el decreto Suarez de la UCD en 1980 que incluía algo que sería un escándalo para su hijo, Suarez Illana, hoy en el PP, políticas de acción afirmativa con la comunidad ecuatoguineana. Proyecto que pilotó el difunto Jesús Bibang, el papá de Jota Mayúscula. Aunque supongo que el dj en esto pincha, más bien como El Fari. Fueron los gobiernos de Aznar con ministros como Aparicio y Josep Piqué los que se sentaron con Ras Babiker, Kareba, Rufi, Alarcón, el Dr. Arcelin y el servidor para cerrar la negociación de la devolución a Namibia del negro de Banyoles en 2001. Fueron los diputados del partido de Fraga, Hernández Mancha, Adolfo Luis González entonces vicerrector de la Universidad de Sevilla y Gustavo de Aristegui, con el testigo de le letrado Marcos García Montes quienes recogieron las demandas de la Federación Panafricanista impulsando en las cortes el debate de la reparación – apoyados por Ana Pastor y Soraya, además de la hoy echada al monte derecha catalana de Mercé Pijem, sin olvidar al PNV de Josu Juaristi. Fue para millones de hispanos orgullosa de pertenecer al marco cultural de la hispanidad liberal, una gran contribución que atisbaba un guiño diferente. Tras una reunión en la Moncloa con Zarzalejos y Jon Juaristi quien transpuso como ley de acompañamientos, en ley 62/2003 de igualdad de trato por origen racial y étnico. El ministro Aparicio, firmó ante Nelson Mandela, Juan De dios Heredia y Rigoberta Menchu en Sudáfrica, la declaración de Durban 2001; donde Mary Robinson expresó que el racismo, la esclavitud, colonialismo, Apartheid etc… Son crimen de lesa humanidad que no pueden ser amnistiados ni prescriben.  Aspecto que se ratificó en Chincha Perú 2006, la Conferencia Internacional Contra el racismo de Burgos 2009 que con la presencia de los gobiernos de Brasil y España. En base a eso, se procedió al reconocimiento oficial de los judíos Sefardíes y la recuperación de su ciudadanía que les fue arrebatada por la fuerza mediante deportación en 1492. Fue un reconocimiento doctrinal a lo expresado por el mandatario mexicano y que establece la jurisprudencia en el derecho internacional que es de los Estados y no de los muchos historiadores emuladores de Cecil Rodess, Livingtone, Brazza o Manuel Iradier que vemos en las librerías y tertulias.

Hoy, esta derecha de Pablo Casado humillada con el despectivo mariconplegines, por miedo a vox, ha disuelto el Comité Nacional de Inmigración del que en su día formó parte Lucia Figar, Lazketi o Ana Botella. No vaya a ser que en Pozuelo nos vean con esos negritos de mierda. Qué tiempos aquellos. Entonces no peligraba una mayoría electoral ni VOX marcaba el paso caro al sol al resto de las derechas civilizadas. Lástima que estemos hoy en un contexto electoral y la carrera sea quién es más facha, mas Trump, mas Bolsonaro y en definitiva más xenófobo. Reniegan de su pasado democrático y abolicionista reconociendo que ahora el modelo es Ultrasur y no La demencia. Están miedosos por las proyecciones demoscópicas y las percepciones sociales se mueven a bandazos y ofrecen sensación de rumbo errático. Han permitido que Vox los lleve del ronzal y les condicione el discurso, la estrategia y hasta la selección de los candidatos. Les marca el paso. Ni Rivera ni Casado encuentra el tono; se les empieza a notar desorientados, titubeantes y cada vez se están equivocando.

De hecho, Salvini hace poco, justificó su racismo hasta que Francia pagara la deuda colonial a África. Fue esa derecha de Esperanza Aguirre con Tomas Vera que besaba a los libertos mientras tocaban tambores en lo CEPIS. Ese mismo Pablo Casado que llamaba personalmente a los colectivos de inmigrantes para secundar las manifestaciones en la plaza Colon contra ETA. Ahora esta acojonados por el negro catalán de Abascal y su largo camino de servidumbre. Los mismos quienes aprobaron la PNL 2010, marco legislativo que la podemita Jone Belarra y la CUP han sido incapaces de convertir en ley como Pablo y Arrufat nos prometieron –si quiera ha habido un debate en las cortes o una comisión al respecto- a pesar de sus casi 79 diputados, más el PSOE y los separatistas. Paco Garrido fue una disputa Jienense de IU que inicio la reparación en lacas cortes, Zapatero lo fulminó de las listas, lo mismo le paso a Adolfo Luis en el PP. Si la derecha cobarde reniega ahora, da alas a quienes desde la madre patria quieren separarse de una maternidad futbolera, la izquierda en cambio no tiene posesión ni visión de juego, prefiere correr detrás del balón en busca de un contragolpe, penalti o falta magistralmente lanzada por Pedro Sánchez: también tiene miedo de VOX. Salvo las contundentes manifestaciones de Cristina Fallaras y Rafa Mayoral en la Cuatro, no está en forma, dice que electoralmente “estos temas “no le conviene. Al no estarlo llega tarde al balón y lesiona a los de su propio equipo. De hecho, quien presidió la comisión de la memoria histórica esclavistas, hoy vicepresidente, dice si, a la guerra civil. ¡Saquemos a Franco a bailar Trap al gato al agua, con Valtonyc, pero a los indios y negros hacerles saber que estamos en elecciones! Tampoco controla la rima ni el flow. Pero Obrador sí, es un Mc, el rapero que ha puesto mejores rimas que Hassel. Seguir negando este necesario debate por la coyuntura electoral, favorece el crecimiento de la extrema derecha.

Como reconoció Toussaint a Napoleón: «mi general, es un error ignorar las demandas de los libertos, pues a pesar de todo continúan amando a Francia, su unidad y su revolución y a pesar de los grilletes que han llevado y llevan durante siglos están orgullosos de hablar la lengua de Ziddan, Benzema y Manuel Valls. La lengua sus esclavizadores. Solo quieren sentir –prosiguió Toussiant- que su excelencia les considera humanos, un igual y por virtud de nuestro señor Jesucristo, susceptibles de disculpas por parte del directorio de la revolución»

La respuesta del ya emperador Bonaparte fue: “¿cómo estos negros inmigrantes ilegales se bajan de la patera, saltan el muro y se atreven encima a pedir papeles?». Envió a su cuñado Charles Lecqler a detener a Obrador, perdón a Toussaint. Y ya saben lo que pasó, sonó la cumbia de Celia Cruz y el Kilombo comenzó a bailar derrotó y humilló a la OTAN. El Palenke dio paso a la forma de Estado, se convirtió en la actual Republica de Haití, contagiando, apoyando y financiando a traidores como Bolivar, Higguins y San Martin. Estos, como hoy la derecha española, por miedo a Tarzan traicionaron el general Dessaillien y su compromiso de liberarla la esclavitud y repartir tierras indios y negros:

500 años después indios y negros ya no podemos seguir creyendo que Ramón y Cajal y Pi i Margall eran y siguen siendo hermanos. Es el momento de la reconciliación, de un espacio liberal de la sociedad civil para discutir sin miedo con los que se bajaron de la patera hace 500 años. Una sociedad civil liberal fuerte de verdad, más allá de los fondos de inversión, el Ibex 37, BBVA u Operación Triunfo. Es el momento de recuperar la gran tradición abolicionista que en el siglo XIX nació con las Cortes de Cádiz, heredera de Francisco de Vitoria, Guridi, Isidro de Ontañon, forjó la tradición republicana del presidente Emilio Castelar, las sufragistas y un sector de la iglesia de base hoy olvidada y silenciada por el Vaticano. Reclamar algo tan cristiano como el perdón, no puede ser malo. No como agravio a España sino como un necesario espacio para construir la reconciliación, desde una hispanidad diferente a la de Ramiro de Maetzu, Telefónica, Prat de la Riba o el padre Nicolás Presbote que delató a Acacio Mañé y sobre todo alejada de los felices -por Dios y por España, y ahora por twitter- de seguir ignorando la histórica común.

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4 COMENTARIOS

  1. «Lo hispano no es como lo presenta los medios: Messi, Sakira, Juanes o Valdano. Es diverso, de hecho, existen hispanos cristianos, judíos, chamanes, mujeres, hombres, LGTBIQ, musulmanes, vudú, indígenas, rubios y negros como el carbón». Esto es, sí, una limpia verdad.
    Durante mucho tiempo ha habido una interesada costumbre de poner a los mejores (en apariencia social) solo como los representantes de cada país, vetando al 99% de la verdad o a los demás. Eso es un lamentable «barrer hacia dentro» sin advertir la gravedad que conlleva, pues hace que la Historia quede falseada o contaminada de mentiras. Además, cuando se habla de la «película» o «relato» de lo que pasó, nadie quiere quedar como malo, ni en complicidad, ni siquiera los intelectuales o escritores de ahora. Solo NO ESCONDER la verdad es la solución, así es, pero ¡si la quieren! https://tusinrazonenturbia.blogspot.com/

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