Hay escritores que se escapan por los márgenes del cuadro, planean por las alturas, se desparraman como los relojes de Dalí y ya no sabe uno cómo congelarlos en el tiempo y el espacio. Tampoco ellos se dejan un ápice. Es el caso de Ignacio Castillo, que se ha metido a la editorial En Huida en el bolsillo con su novela ‘Subterráneos y Undergrounds’, un artefacto literario que más que presentación merece un decálogo de advertencias que, pese a ello, hace inútil no caer rendido sin más a sus no pocos encantos. Pasen y lean. Las conclusiones las dejo para el lector. Por si acaso, ahí va de aperitivo un adelanto a modo de sinopsis: un cuarentón corpulento cae en desgracia desde el momento en que, inesperadamente, se le viene abajo la vida tal y como la tenía montada, un auténtico chollo. Su mujer lo echa de casa, va a perder su taller de zapatería fina, se le muere un buen amigo, los demás se ponen de perfil ante sus desgracias, le zurran en una comisaría… Y aquí paro de leer. El resto corre de su parte. De nada.
No lo ha tenido nada fácil en absoluto para llegar a ver publicada esta novela. ¿Ser editor hoy es un acto de valentía tanto o más que ser escritor?
Para una editorial independiente con pocos medios económicos, entiendo que sí, aunque con tiradas muy cortas el riesgo se minimiza. Para el escritor no es tanto una cuestión de valentía como de trabajo, perseverancia y mucha, infinita paciencia.
¿Amazon lo está poniendo hoy todo más accesible para escritores kamikazes?
Amazon es un océano donde te hundes irremediablemente y nadie te va a ver jamás. Si eres visible en Amazon es porque ya lo eras antes en redes sociales o gozabas de algún tipo de celebridad y puedes contar desde fuera que tienes nueva novela colgada allí, seas kamikaze o un poeta floral.
Su novela Subterráneos y Undergrounds nace de un intento previo llamado Cerveza, que tuvo un azaroso devenir y durmió el sueño de los justos en un cajón. ¿Podría contar el proceso de gestación de esta última novela suya?
Tras dos novelas de lenta y trabajosa producción y difíciles para el lector por motivos distintos, redacté en poco tiempo una obra breve y de lectura fácil para probarme en otro registro y pedí opinión a algunos lectores. En general, gustó, con la salvedad de su excesiva brevedad; se me pidió el desarrollo de una trama solo esbozada. La dejé, efectivamente, reposar para verla con distancia, pero las circunstancias pospusieron en exceso la redacción final hasta que un amigo me propuso hacer un corto con material de la obra. El proyecto no prosperó, pero tras la búsqueda de escenas para el corto no pude evitar retomarla y darle de una vez por todas su forma y dimensión definitivas.
“Reich-Ranicki compara al escritor con un pájaro y al crítico con un ornitólogo y aconseja al escritor no meterse en ornitologías”
Pero, ¿qué es a grandes rasgos Subterráneos y Undergrounds?
Reich-Ranicki compara al escritor con un pájaro y al crítico con un ornitólogo y aconseja al escritor no meterse en ornitologías. Aun estando de acuerdo con él, me aventuraré a decir que es la sátira de unos tiempos y un lugar contada con una ironía muy particular.
¿A qué se refiere cuando habla de su novela como una obra “interactiva”?
Lo es de un modo parcial, en el sentido de que me dejé guiar por las opiniones de los lectores para darle su forma definitiva.
El protagonista, arquetipo del famoso refrán de “a perro flaco todo de le vuelven pulgas”, decide montar una “academia de magia y brujería para señoronas aburridas”. Más allá del machismo nada disimulado de la empresa, ¿qué podemos decir en positivo del cuarentón protagonista que vaya más allá del antihéroe prototípico ya consabido?
En la estela de Traidor, inconfeso y mártir, machista, prototípico y consabido. Para más información, lean la novela.
Una galería de otros personajes excéntricos pueblan su historia. ¿Dónde quiere ir con ellos, literariamente hablando?
Aunque tal vez no sean modelos para la literatura minimalista ni oficinistas adocenados, no acabo de ver tanta excentricidad, se trata de mostrar unas vidas con toques de humor y sin demasiados filtros.
En ese universo underground donde malvive el protagonista, finalmente un excéntrico negocio de venta de calaveras con pedigrí lo va salvando del callejón sin salida en que se encontraba. ¿Lo suyo es la provocación por la provocación o hay algo más que debe el lector descubrir?
Emulando a Salomé, vivo provocaaando. ¿Cree de verdad que incluir algo así en una obra literaria provoca hoy a alguien?
¿De algún modo ha pretendido con su novela engrosar la selecta lista de obras malditas o sólo juega a ser otro enfant terrible letraherido?
Tengo verdadera curiosidad por saber entre qué obras malditas o enfants terribles me coloca usted a mí o a mi novela.
