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Antonio Fernández-Fígares Morales
Antonio Fernández-Fígares Morales
Presidente de la ONG Paz en Acción, director de Radionuevaera.es, Coproductor del programa Tiempo de Cambio, colaborador de la revista Ser Consciente, coach, empresario, escritor y conferenciante. Tiene un profundo interés por todos los conocimientos humanísticos, dedicándose al estudio de la Psicología, especialmente el análisis de C.G.Jung, mediante una introspección de más de dos años. Su interés por comprender al ser humano y su destino le lleva a estudiar también Filosofía durante ocho años. Se forma en técnicas bioenergéticas durante un año y medio, y meditación, tres años. Es colaborador en periódicos, televisiones y especialmente en numerosas radios. Desarrolla varios productos que comercializa a nivel nacional como: -CURSOS DE AUTOAYUDA (12 TÍTULOS) -REVISTA: EL MUNDO DE LO INCREIBLE –PROGRAMAS: ELIMINE SU ESTRÉS Y VALORES PARA UNA CULTURA DE PAZ -LIBROS: RELACIONES HUMANAS, TECNICAS ÉTICAS DE VENTA y ESTRELLAS DE ESPERANZA. Imparte el taller: SER CONSCIENTE EN EL AHORA.
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análisis

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La sexualidad es una manifestación energética y emocional de un instinto, así como una búsqueda y encuentro de afectividad y placer, que compense de las tensiones diarias y libere las emociones reprimidas. Es un gran aliado para la salud psicoemocional, física (ya que se liberan muchas hormonas beneficiosas) y un ejercicio saludable.

La vinculación del afecto y el amor es opcional a esta actividad humana, tan esencial, a la que han rendido pleitesía y veneración las culturas antiguas con la adoración a los símbolos fálicos y a los órganos sexuales femeninos, forma parte de una energía esencial, que es clave en el universo. Se dice en las escrituras indús, que sus dioses crean y mantienen el universo por la unión extática de lo masculino y lo femenino, y siempre ha sido considerada como la esencia creadora de la vida.

Algunas religiones y culturas han considerado la sexualidad como una amenaza para sus intereses o para el desarrollo y evolución del hombre en comunidad, y ha existido restricciones culturales para asegurar la procedencia de la descendencia, y la unión de los vínculos que daban coherencia al tejido social.

No obstante, ha habido épocas y esta es una de ellas (casi siempre coincide con las épocas de prosperidad) en que las normas morales se relajan. Moral entendida como costumbre que es una de sus acepciones más evidentes.

La liberalidad actual, sobre todo en occidente, y en los países desarrollados orientales también, es positiva siempre que no haga daño a la parte emocional de la persona. La búsqueda del placer mediante una actividad en que se estimulan las zonas sensitivas de cuerpo, no tiene en si misma nada de malo, pero en ocasiones puede dejar un vacío, que tiende a hacerse cada vez más grande en el interior de cada uno, porque parece que solo se está comiendo el aperitivo de la fiesta en la que se está invitado, y que una relación interpersonal intima tiene muchos más elementos, el apoyo, el cariño, el amor, la buena comunicación y sentido del humor, la profundidad e intimidad psicológica, y el compartir otros elementos de la vida como amigos, familia, propósitos, sueños, anhelos y proyectos, quedan de lado, y se produce una sensación de carencia, que si bien puede ser bien asumida, elaborada y asimilada, no deja de ser una relación parcial, un “coitus interruptus” aunque se consume la experiencia erótica.

Todo es progresivo en la vida, y el desarrollo se produce por fases, pero el amor más que felicidad (de la que es consciente que es una utopía) pide expansión y profundidad, que la chispa que ha surgido entre dos personas, crezca y se convierta en una hoguera que vaya dando calor, luz y transformación a cada vez más personas. El amor quiere darse, esa es su naturaleza. El placer quiere más placer, cosa que puede hacer la vida muy agradable, pero inevitablemente aparecerá su otra faceta que es el sufrimiento, y si hay amor, el servirá de bálsamo y de pilar, si no, el apego y la carencia llevará o a la huida o al resentimiento. A no ser uno sea muy equilibrado y se acepte lo que traiga y lo que se lleve la vida sin aferramientos, pero eso es difícil.

En sentido sexual, como en cualquier cosa que produzca altas sensaciones de placer y bienestar se pueden tomar muchas opciones, pero hay que ser conscientes de los pros y los contras de cada una. Hay personas que no están preparadas para la involucración de pareja y les parece claustrofóbica, pero esto normalmente es por falta de seguridad en sí mismos y porque no pueden abrir las puertas de su mente y de su corazón para que entre y salga la vida en forma de creatividad, afecto, verdad y muchas más cosas.

Para ser libre hay que ser valiente, para comprometerse también, la elección viene condicionada por el tipo de calidad de la relación que queremos tener. Ahora hay un mercado abierto y cada uno tiene que saber lo que más le conviene en cada momento, pero es claro que si el sexo es bueno, el sexo con amor es de lo mejor que existe en la existencia, y una relación en que ese amor se expanda a otras personas es una fuente de felicidad.

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