Los acontecimientos en Guinea-Bissau, antigua colonia portuguesa, están captando la atención internacional desde la polémica decisión del actual Presidente de la República, el general Sissoco Embaló, de disolver el parlamento, la Asamblea Nacional Popular, el pasado 4 de diciembre de 2023. Esta disolución, la segunda que realiza el presidente Embaló después de haber disuelto la Asamblea Nacional Popular en 2022 y gobernado varios meses por decreto, ha generado críticas y malestar entre los países donantes de ayuda a Guinea-Bissau, así como en múltiples organismos internacionales.
En 2023, España condonó más de 10 millones de euros de deuda para apoyar la estabilidad institucional y el crecimiento económico del país lusófono. La Unión Europea y Naciones Unidas, liderada por el ex primer ministro portugués António Guterres, son los principales apoyos financieros para el sistema sanitario y educativo de Guinea-Bissau. Además, el decreto presidencial que disuelve la Asamblea Nacional Popular contraviene varios artículos de la Constitución de Guinea-Bissau, como la prohibición de disolver el parlamento cuando no hayan transcurrido 12 meses desde las últimas elecciones.
En este ambiente de «preocupación», según expresó la Unión Africana ante la disolución del parlamento, las miradas de la comunidad internacional, así como de los ciudadanos guineanos, se dirigen hacia Domingos Simões Pereira, Presidente de la Asamblea Nacional Popular y líder de la principal fuerza política, el PAIGC. Simões Pereira, ex Primer Ministro y ex Secretario Ejecutivo de la CPLP (Comunidad de Países de Lengua Portuguesa), es un reputado diplomático e ingeniero con estudios en la antigua Unión Soviética, Estados Unidos y Portugal. Lidera el PAIGC, una formación política de orientación progresista, miembro de la Internacional Socialista, y vencedora en las últimas elecciones parlamentarias de 2023.
La comunidad internacional confía en que se mantenga el respeto a la Constitución y a las normas democráticas en Guinea-Bissau. Muchos analistas internacionales y varias cancillerías extranjeras señalan que la disolución de la Asamblea Nacional Popular podría ser una maniobra política del general Sissoco Embaló para justificar un aplazamiento de las elecciones presidenciales, que deben celebrarse a principios de 2025. Dicho aplazamiento, en violación de la Constitución, podría provocar fuertes recortes en las ayudas de los países donantes e incluso la posibilidad de sanciones internacionales contra Guinea-Bissau.
Es destacable la gran popularidad de Domingos Simões Pereira y el PAIGC en el interior del país, partido que logró la independencia de Portugal en 1975 y que ha abogado por el acceso a la salud y la educación gratuitas. Además, su prestigio internacional se debe a su destacado desempeño como Secretario Ejecutivo de la CPLP. Por otro lado, el general y actual Presidente de la República, Sissoco Embaló, cuenta con cada vez menos apoyos tanto en el interior como en el exterior del país.
La crisis institucional en Guinea-Bissau ha provocado incertidumbre sobre la estabilidad política y económica de esta nación africana. Sin embargo, el respaldo de la comunidad internacional a Domingos Simões Pereira y el PAIGC, junto con la insistencia en el respeto a la Constitución y las normas democráticas, podrían ser clave para encontrar una solución pacífica y democrática a esta crisis.
