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¿Miedo a la derecha? No, ¡pánico!

Julián Molina Illán
Julián Molina Illán
Psicólogo, Fisioterapeuta, Enfermero, Filólogo, e Historiador del Arte.
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análisis

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El miedo es una emoción básica muy poderosa. Cuando estamos sometidos a un “secuestro emocional”, por asco, sorpresa, ira, o miedo, simplemente no pensamos. Las emociones básicas son un ancestro que compartimos con otros muchos animales, sin ir más lejos, con todos los mamíferos. Nos ayudaron a sobrevivir en selva, resultaban adaptativas, aunque en el caso del ser humano la conducta resultante se fue haciendo más controvertida al convivir estas emociones básicas con otras más complejas, como el odio, el orgullo, o la simpatía. Las emociones nos hacen actuar rápido, sin pensar. Así, en un mundo sin ciencia, sin conocimiento, lo único que nos queda es tener miedo ante un ser desconocido y huir, o sentir asco hacia un alimento en mal estado y no comerlo. Insisto, en un mundo sin conocimiento, sobrevivimos gracias a las emociones básicas.

El problema es que el mundo de los seres humanos no está construido por las emociones, sino por las razones, aunque en muchos casos sean las primeras las que gobiernan a las segundas.

El miedo ha sido una emoción básica esgrimida ampliamente durante las campañas electorales. Esto es así porque el que tiene miedo, no piensa. Y el que no se piense interesa especialmente en tres condiciones: cuando no tienes un programa que exhibir; cuando el de tu adversario es mejor que el tuyo; o cuando tienes muchas vergüenzas que tapar. También es posible que el miedo esté justificado.

Los dos grandes partidos que actualmente protagonizan la política española, el Psoe y el PP han aludido al miedo en repetidas ocasiones. El miedo que esgrime “la derecha” para que la ciudadanía no vote a “la izquierda” tradicionalmente ha consistido en la ruptura de España y en la ruina de España; que España no se ha roto es una evidencia, y jamás se romperá por la sencilla razón de que los españoles y españolas no lo vamos a consentir. El asunto de la ruina no puede ser más falso: el dinero está para gastarlo en aquellos aspectos esenciales para la vertebración y reequilibrio territorial y social de un país, es decir, infraestructuras, sanidad, educación y pensiones. Todo dinero que se use para esto es un dinero bien gastado, nunca una ruina. Además, estos derechos básicos no son un gasto, sino un servicio que el Estado debe proporcionar, de manera que lo que hay preguntarse no es tanto cuánto cuestan, sino por qué no se prestan cuando no se prestan, y por qué se desmantelan cuando gobierna la Derecha.

Veamos, ¿qué es lo que pasa cuando gobierna la Izquierda? Lo primero, se pone en marcha un proceso de recuperación de los derechos perdidos, situación que se aprovecha para actualizar y mejorar el sistema. Se incrementan derechos nuevos que hacen avanzar el desarrollo personal y permiten que la “individualidad” y la “identidad de grupo” se exprese más y mejor (curiosamente llama la atención lo poco que esto parece interesarle a los liberales…); así por ejemplo, se sube el salario mínimo interprofesional, se recupera financiación para becas, se extingue el impuesto al sol, y se suprimen los artículos más lesivos de la contrarreforma laboral canallesca del Partido de los Poderosos, o de la infame “ley mordaza”. Dicho ésto a modo de ejemplo ¿Dónde está la ruina? Se ha negociado con los partidos catalanistas la mejoría de las infraestructuras en Cataluña, no aceptando de ninguna manera inexistentes “derechos de autodeterminación”, o “rupturas unilaterales”. Se ha practicado una política de mano tendida y de diálogo ¿Dónde está la ruptura de España?

¿Qué es lo que pasa cuando gobierna la Derecha? Se atacan de manera furibunda los derechos de los trabajadores entendiendo que estos no son personas, sino “material fungible”. Se promueve el despido barato para hacer competir los salarios “a la baja” y se elimina la negociación colectiva para dejar a los trabajadores a “los pies de los caballos”. De esta forma, sin un trabajador reclama aumento de sueldo recibe como respuesta “ahí tienes la puerta, tengo 200 para sustituirte…”. Como hasta la Derecha reconoce que el que más tiene debe pagar más impuestos, cuando gobierna la Derecha se desmantela el Estado del Bienestar que desarrolló el Psoe, sencillamente porque este Estado del Bienestar se mantiene con impuestos. Cuanto menor sea el peso del Estado, menos esfuerzo impositivo habrá que hacer para mantenerlo. Si además este desmantelamiento se hace por la vía de la privatización, entonces la jugada es doble, porque los mismos que se ahorran los impuestos encima hacen negocio con los Servicios Públicos. No son tontos. Como además son muy Conservadores, les molesta el desarrollo de los derechos individuales, y atacan a los homosexuales en su derecho a tener una familia y ser un matrimonio, o a la mujer, en su derecho a disponer de su propio cuerpo y planificar su maternidad como considere oportuno. Tampoco les gustan los inmigrantes, que en su mayoría nos sacan las “castañas del fuego” haciendo los trabajos que nosotros no queremos hacer, a los que culpan de las desgracias a las que no han culpado previamente a Zapatero. Se trata de meter el miedo en el cuerpo y proporcionar enemigos. Se trata de crear una situación “irreal” de peligro para que la gente se tire de rodillas y no solo les vote, sino que además lo haga con convicción: victoria total.

La derecha utiliza el poder para beneficiarse de él y hacer las políticas que interesan al diez por ciento de la población, es decir, los poderosos. Además, nos convencen de que eso es lo mejor que le puede pasar a España ¡Viva el vino, el fútbol, los toros y las mujeres! Esa es la consigna. De esta forma no pensaremos en sus robos y sus tropelías.

A la Derecha no hay que tenerle miedo. Hay que tenerle pánico.

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4 COMENTARIOS

  1. Qué razón tiene usted en lo que dice, el problema no es que el miedo nos impida pensar, es que sin miedo tampoco se piensa.
    En este país se piensa con las tripas y así no va. Además el SISTEMA en sí mismo propicia que no se piense,no les interesa que la gente piense, por eso pone a nuestro alcance máquinas para no pensar, para que todo sea fácil,cómodo, inmediato, nada de complicaciones, y a la gente parece que le gusta eso. Pánico, sí, es triste tener que acordarse de los versos de Jorge Manrique para echar de menos lo que se nos fue: «Cómo a nuestro parecer cualquier tiempo pasado fue mejor».

  2. C.uando la gente es pobre y esta desculturizada y desinformada o mal informada
    las reacciones son viscerales y mas en la España caliente
    Ns lo quitan to salvo el orgullo ,
    pa poder maniPPularnos y rePPrimirnos

    Se han atrasado regiones enteras para manipular haciendo desaparecer
    to el dinero que llegaba d toas partes

  3. Por supuesto . Yo tambièn tendrìa pànico, si fuera polìtico profesional. Vox ( si no cambia), viene a hacer limpieza. e momento parece que en Andalucìa , lo està haciendo bastante bien. Estàn haciendo limpieza desde el primer dia. Pero habìa tanta mierda , que dudo que en un legislatura sean capaces de realizar toda las desinfecciòn.

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