El pasado viernes 16 de febrero se confirmaba la muerte del político ruso opositor, Alexei Navalny estando privado de libertad en la prisión del Ártico, donde cumplía condena de 30 años.
El Servicio Penitenciario Federal del Distrito Autónomo Yamalo-Nénets confirmó a las 14.19 horas de Moscú del pasado viernes 16 que el político opositor ruso había fallecido después de desvanecerse tras dar un paseo en el patio del centro penitenciario.
Señalan en el comunicado que Navalny se encontró mal después del paseo y que, casi inmediatamente después de hacer referencia a su estado de salud, se desvaneció y perdió el conocimiento. Desde el centro penitenciario llamaron a una ambulancia y se llevaron a cabo «todas las medidas de reanimación necesarias, pero no hubo resultados positivos. Los medios de la ambulancia declararon que Navalny había fallecido» recoge la agencia internacional de noticias Reuters.
Muerte súbita
Cuando el abogado y la madre de Navalny llegaron al lugar donde su hijo estaba preso, les informaron de que la causa de la muerte había sido «el síndrome de muerte súbita». Según información publicada en medios rusos, se habría debido a un coágulo de sangre, según refiere Reuters.
Los investigadores rusos aún no han confirmado la causa de la muerte, y los familiares están exigiendo poder ver el cadáver de Navalny, alegando que en estos momentos se desconoce dónde se encuentra.
Información local ha filtrado que el cuerpo del político opositor fallecido presentaba señales de hematomas «compatibles con algún tipo de convulsión», «así como rastros de intentos de masaje cardiaco» para su reanimación, que no tuvo éxito.
