La festividad de Semana Santa se enfrenta a un desafío sin precedentes este año, con la convocatoria de una huelga que promete afectar a hasta 1.000 vuelos en el aeropuerto de Madrid-Barajas, durante lo que se anticipaba como la «operación salida» de la temporada. La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT) ha hecho un llamamiento al paro para el personal del Servicio de Dirección de Plataforma (SDP), esencial en el guiado de aviones en tierra, para los próximos días miércoles 27 y viernes 29 de marzo, en demanda de significativas mejoras laborales.
No a la reducción de salarios
Este movimiento por parte de UGT surge en respuesta a las políticas de Serveo-Skyway, empresa a la que acusan de reducir los salarios de manera injusta. Aunque no es la primera vez que los empleados de esta compañía se movilizan en protesta, la coincidencia con el inicio de una de las temporadas más altas de viaje eleva las posibles consecuencias de esta huelga a niveles sin precedentes. El año pasado, una acción similar logró un seguimiento del 100% de la plantilla, aunque sin impactar significativamente el tráfico aéreo; sin embargo, la situación actual promete tener un efecto mucho más disruptivo.
El aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, el más grande de la red de Aena, se enfrenta a una programación de 11.656 vuelos para estas vacaciones, según estimaciones de Aena. Los reclamos de UGT en nombre de los trabajadores del SDP incluyen demandas de mejoras salariales y la firma de un convenio laboral que refleje adecuadamente la responsabilidad, especialización y exigencias del puesto de trabajo. Los representantes sindicales denuncian una degradación en las condiciones de trabajo desde la creación del servicio, incluyendo reducciones salariales de casi el 30% para nuevas incorporaciones y la pérdida de días de vacaciones y libres.
Modelo de licitación de AENA
Los trabajadores del SDP subrayan que estas condiciones son resultado directo del modelo de licitación de AENA y la ausencia de una regulación laboral adecuada, lo que les sumerge en una incertidumbre absoluta sobre su futuro laboral. Esta situación se agrava con la liberalización del servicio y la gestión por entidades privadas, lo que aumenta el riesgo de no ser contratados tras la llegada de nuevas empresas. Además, enfrentan el desafío de tener que pasar pruebas FEAST y pagar por cursos obligatorios sin garantías de empleo, una barrera económica significativa que ha llevado a despidos en 2022.
Ante la falta de un convenio colectivo y la percepción de estar a merced de las empresas adjudicatarias de las licitaciones, los trabajadores se han visto obligados a llevar su lucha a los tribunales como último recurso para reivindicar los derechos laborales perdidos a lo largo de los años. La negociación para mejorar las condiciones laborales no ha fructificado, lo que ha precipitado la convocatoria a huelga presentada el pasado 1 de marzo.
Con más de 2.000 vuelos potencialmente afectados y una estimación de entre 800 y 1.000 cancelaciones durante los días de paro, según advierte UGT, los trabajadores del SDP ven la huelga como la única vía ante el abuso por parte de Serveo-Skyway, Saerco y AENA, y la indefensión en la que se encuentran. Esta situación pone de relieve la urgente necesidad de diálogo y negociación para evitar un impacto masivo no solo en los planes de viaje de miles de pasajeros sino también en la reputación y operatividad de uno de los aeropuertos más importantes de Europa.
