El fenómeno climático conocido como El Niño, que ha marcado su presencia con uno de los cinco episodios más intensos jamás registrados durante el periodo 2023-24, inicia una fase de debilitamiento. Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) destaca que sus efectos sobre el clima global continuarán siendo significativos en los próximos meses, exacerbando el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero derivados de la actividad humana.
El Niño alcanzó su máximo el Diciembre
El Niño, un patrón climático natural que se manifiesta por el calentamiento de las aguas del Océano Pacífico tropical, alcanzó su máximo en diciembre y ahora muestra signos de disminución. A pesar de esto, se espera que el primer trimestre del año registre temperaturas superiores a lo normal en casi todas las zonas terrestres, en parte debido a la influencia combinada de El Niño y el cambio climático.
Según la OMM, existe un 60% de posibilidades de que El Niño persista hasta mayo, seguido de un 80% de probabilidad de que se establezcan condiciones neutras. Aunque la posibilidad de que se desarrolle La Niña más adelante en el año aún es incierta, el impacto de El Niño en los patrones climáticos globales es innegable.
Incremento récord en las temperaturas globales
Este fenómeno, que ocurre cada dos a siete años y suele durar de nueve a doce meses, ha llevado a un incremento récord en las temperaturas globales, con cada mes desde junio de 2023 estableciendo nuevos récords. Celeste Saulo, Secretaria General de la OMM, destaca que, aunque El Niño ha contribuido a estas temperaturas extremas, los gases de efecto invernadero son el principal factor detrás del calentamiento global.
La persistencia de El Niño, aunque en una fase más débil, y las temperaturas del mar anormalmente altas pronosticadas en la mayoría de los océanos del mundo, anticipan un incremento en las temperaturas terrestres y cambios en los patrones de precipitación en diversas regiones. Este escenario subraya la importancia crítica de los sistemas de alerta temprana y los servicios climáticos para salvar vidas y proteger medios de subsistencia frente a fenómenos extremos.
Impactos de El Niño
Los impactos de El Niño son vastos, desde el aumento de precipitaciones que provoca inundaciones en ciertas regiones, hasta la generación de condiciones secas y cálidas en otras partes del mundo. La capacidad de predecir con precisión estos eventos y sus consecuencias permite a los países prepararse mejor y mitigar los efectos adversos en sectores sensibles al clima, como la agricultura y la salud.
La OMM, mediante sus Actualizaciones Climáticas Estacionales Globales, proporciona información vital que incorpora la influencia de otros fenómenos climáticos, contribuyendo a una comprensión más completa del sistema climático de la Tierra. A través de estas actualizaciones, la OMM apoya a los gobiernos, organismos humanitarios y responsables de la toma de decisiones en sus esfuerzos por anticipar y responder a los desafíos climáticos.
Aunque El Niño comienza a debilitarse, su impacto en el clima mundial sigue siendo una preocupación. La interacción entre este fenómeno y el cambio climático induce a temperaturas récord y fenómenos extremos, evidenciando la urgencia de fortalecer las capacidades de alerta temprana y adaptación a un clima cada vez más impredecible. La labor de la OMM es fundamental para guiar los esfuerzos globales en esta dirección, asegurando que la sociedad esté mejor preparada para afrontar los retos climáticos presentes y futuros.
