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La «Pasión» energética de Pedro Sánchez

La propuesta de España en Bruselas se tambalea mientras Italia, Francia y Reino Unido pagan la luz un 20% más cara

Esteban P. Cano
Esteban P. Cano
Escritor y Periodista de investigación
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análisis

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Mientras el Gobierno de España mira a Europa para contener sus problemas, los precios de la luz de los países de nuestro entorno se sitúan un 20 por ciento más caros de media. Es un dato público, contrastable, del que, al parecer, se prefiere no hablar.

La presión generalizada de los precios de los carburantes, de la luz, de los transportistas, de las comercializadoras “low cost” arrinconan al Gobierno de España que, a la desesperada, ha buscado una salida poniendo el foco en los precios de la luz. De hecho, el último Consejo de Ministros anunció su intervención, cuando Podemos llevaba meses reclamándolo.

Mirando a las compañías eléctricas y con un empujón indisimulado de Podemos, Pedro Sánchez trata de amortiguar las protestas y evitar una marea de chalecos amarillos. Si se trata de buscar culpables ya hay dos identificados: Vladimir Putin (la guerra) y las empresas eléctricas. Podemos no tiene claro lo del presidente de Rusia, pero sí lo de las empresas en las que, por cierto, algunos trabajan.

El segundo refugio en el que busca respaldo Sánchez es Europa, donde ha trasladado su propuesta con un propósito: bajar costes en España. Esta idea está erizando los ánimos de algunos países vecinos.

Sánchez, al estilo Iván Redondo, ha ideado un nuevo reclamo con aroma propagandista con el que poder salvar la presión: “la isla energética peninsular”.  Alguien podría considerarlo un plagio fácil de la canción de Madonna, “la isla bonita”. Cuadra a un presidente guapo (fue lo más destacado de las crónicas tras su visita a Estados Unidos) una isla del mismo tenor. El hecho de que en Moncloa se sigan utilizando los sistemas de marketing político de Redondo es la confirmación de que, de un modo u otro, el asesor podría seguir insuflando estrategias a Sánchez. No hay más que recordar cómo Redondo se reunió antes de las elecciones generales con representantes del IBEX35, en una reunión que desveló Diario16 y que no fue desmentida ni se recibió respuesta desde Moncloa, más allá de afirmar que no se informaba sobre la agenda del jefe de Gabinete de Sánchez.

Sin embargo, la inquietud se extiende en los países de nuestro entorno en los que los precios de la luz están muy por encima de lo que se está pagando en España.

Cuando las cosas apuntan feas para todos será complicado que la Comisión Europea acepte que cada país se mire a su ombligo y alcance un trato de favor personalizado. Sánchez quiere que sean otros los que gobiernen por él. No es capaz de tomar decisiones, por muy difíciles sean, y siempre precisa de la aquiescencia de la Unión Europea, al contrario de lo que sí hacen otros países. Sin embargo, no es sólo la búsqueda de la justificación de la falta de toma de decisiones o de las estrategias equivocadas, sino que Europa también se convertirá en la coartada para que Sánchez encuentre la coartada perfecta para justificar su incapacidad para gobernar.

¿Por qué Pedro Sánchez permite que se focalice el debate en las eléctricas y no en las petroleras que, tal y como hemos publicado en Diario16, están incrementando sus beneficios de manera exponencial con subidas de los precios del combustible que no se ajustan a las del petróleo?

Hace unos días Olaf Scholz, el canciller alemán, sin alarma ni escándalo de la opinión pública, se atrevió a advertir la llegada de tiempos difíciles en los que habrá que racionar energía. Hablar de frente es algo insólito en política, máxime cuando a los consumidores o ciudadanos se les confunde con meros electores.

Difíciles tiempos aquellos en los que la racionalidad se convierte en extravagancia. La pelota está ahora en el tejado de Europa. Si permite que las empresas españolas compitan con mucha ventaja, a mitad de precio, respecto a las vecinas del entorno habrá que sacar a Pedro Sánchez en andas como pieza ejemplar de la imaginería semana santera.

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2 COMENTARIOS

  1. Lo hecho por el lacayo de la Embajada USA con el Sahara Occidental, solamente tiene un nombre: TRAICIÓN. Primero fue el Boubón Demérito obedeciendo a los USA para así acceder a la jefatura del Estado, y ahora el petimetre de Sánchez para contentar a USA. Pero nos va a costar una pasta, Argelia va enviar todo su gas a través de Italia, y veremos como se suministrará el Estado español del mismo.

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