Los deportes extremos son muchos, pero todos tienen algo en común: hacen sentir a las personas llenas de vida, invencibles y poderosas, y además algunos fans visitan páginas de predicciones deportivas para ver eventos internacionales de este tipo. Ayudan a superar los límites, terminar con el miedo, lograr nuevas metas y superarse. Por lo tanto, son una nueva forma de conocer mejor el cuerpo y de alcanzar el bienestar emocional.
No es extraño que la práctica de deportes de riesgo pueda generar adicción, aunque esta adicción a las grandes emociones tiene una explicación científica y biológica. La culpa es de la adrenalina, una hormona que hace que el cuerpo esté listo para enfrentar sensaciones extremas. Trabaja como un vasodilatador e incrementa la capacidad respiratoria para incrementar la cantidad de oxígeno que llega a los músculos. De esta manera, te sientes fuerte, ágil y más rápido. Puesta, la euforia se incrementa y el miedo es eliminado, la adrenalina no es más que un impulso para dar lo mejor de cada uno.
Luego de experimentar la sensación de este cambio en el cuerpo humano, se genera otra reacción secundaria: las endorfinas, hormonas asociadas a la felicidad. Esta actúa como un potente analgésico y hace sentir a las personas una sensación de alegría y bienestar.
Todo esto hace que la persona se enganche y esté dispuesta a experimentar las emociones de los deportes extremos y que cada vez necesita más dichos estímulos. El cuerpo, con el tiempo, se comienza a acostumbrar y el deportista debe elevar los niveles de riesgo para volver a alcanzar esos límites de excitación.
Además, los deportes extremos causan otra serie de beneficios:
- Impulsan a las personas a superar sus miedos y límites propios.
- Es una motivación para establecer nuevas metas y alcanzarlas.
- Quema caloría y mejora el tono muscular.
- Es una nueva forma de diversión con el deporte.
- Constituye una alternativa para salir de la rutina.
Practicar deportes extremos hace ver a las personas como más respeto, sobre todo al inicio. Aunque, no existe nada como eliminar el miedo y probar algo nuevo, una de las actividades más recomendadas para iniciar en este mundo es:
Psicobloc
Para los que tienen experiencia en escalada, el psicobloc es otro nivel: consiste en subir paredes de roca levantadas sobre el mar para luego caer en él. Se necesita fuerza, saber nadar y técnica para regresar a la orilla y volver a intentarlo. La ventaja es que requiere de poco material: solamente hay que tener pies de gato y una bolsa para llevar magnesio.
En la isla Baleares es una práctica común, específicamente en Menorca, donde puedes escalar distintos acantilados como el Cala Rafalet o Cala en Porter.
