sábado, 18mayo, 2024
26.6 C
Seville

Cuando siempre el pastor es el zorro

José Repiso Moyano
José Repiso Moyano
Escritor español de larguísima trayectoria nacido en Cuevas de San Marcos, Provincia de Málaga, que ha publicado miles de obras en 50 años (literarias, de conocimiento,etc), y ha obtenido premios y reconocimientos por su participación en concursos, periódicos, revistas, recitales, programas de radio, acciones humanitarias y eventos literarios en todo el Mundo.
- Publicidad -

análisis

- Publicidad -

En España, ser de verdad inteligente no garantiza tener seguidores o convencer a demasiada gente; ser equidistante, honesto, justo o ético no garantiza recibir un respeto o una dignidad; ser tolerante en una comprensión de cualquier diferente libertad no garantiza no resistir una marginación o una persecución; ser condescendiente con los más débiles no garantiza que tales débiles le agradezcan algo.

El caso es que la gente (en el fondo) siempre está presa de algo: de ignorancia, de manipulación (o sea, de un estar referenciada por unos bienes falsos) o de inconsciencia al consumir demasiada desinformación o estupidez oficialmente educada. Sí, pero a saber un tipo de desinformación masiva es siempre lanzada por medios de comunicación indudablemente terroristas, que utilizan el entretenimiento como vía para la manipulación (o para la invención manipuladora), e incluso utilizan para ello la cultura o cualquier tipo de información.

Telecinco inventa famosos (los crea “interesadamente”), inventa influencers (los crea “interesadamente”) e inventa parásitos sociales (como son todos los que salen en sus programas o dependen de sus programas) para que siempre por desgracia perpetúe lo que solo quieren ellos:  un lenguaje irracional que extienden a la sociedad, una gente solo referenciada por entretenimiento basura y una norma social manida, ultraconservadora y depravada (ante un contexto ético). Claro, todo en el mundo ellos quieren que dependa solo de esa oscuridad.

Bueno, siendo claro, en honor a la verdad y en tal dependencia, ninguno de los consumidores de Telecinco va a quedarse sin seguir en las redes sociales a uno de esos parásitos (llámase Esteban o Mejibe), ¡obvio!  Por eso matemáticamente siempre tienen unos u otros los mismos seguidores que corresponden a la exacta audiencia de los programas de Telecinco (alrededor de dos millones o poco más). He ahí la gran partida que les sacan solo a dos millones de adictos a sus mentiras.

Es duro, durísimo, pero la mayor manipulación solo funciona con el mayor adiestramiento de una cantidad de personas no muy importante aunque, en determinación, sí muy cohesiva y unidireccional. Desde luego, con solo esos dos millones que a rastras siempre absolutamente obedezcan a todas las mentiras que proyecte Telecinco. ¡Lógico!

La manipulación no es difícil, de veras, solo es cuestión de que dos millones al menos miserables se arrastren como ratas podridas para unos concretos fines.

En fin, aparte de eso, está ya el límite del bien o el frenar al horrible mal, sí, ¡otro camino!  No obstante, ya este tema me concierne a mí o (como base) solo la persona que demuestra conciencia puede perfectamente hablar de él con buen conocimiento de causa.

Dicho de una vez ya, el bien no admite tanta astucia de manipulación o de entretenimientos que contundentemente jamás favorecen ni favorecerán a algún principio racional o ético. Y, en consecuencia, tal error lo tiene que reprobar o condenar socialmente sin remedio.

También (y con las mentiras bien lejos), la razón es lo contrario a la frivolidad o a cualquier entretenimiento que no sea estrictamente responsable. Sí, en este sentido, se evidencia que poco saben ellos de lo que es un valor ético o de lo que es inteligencia cívica o racional, ¡poquísimo!

A lo mejor solo saben comer mierda y, para más inri, hacerla famosa.

- Publicidad -
- Publicidad -

Relacionadas

- Publicidad -
- Publicidad -

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre

- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -

últimos artículos

- Publicidad -
- Publicidad -

lo + leído

- Publicidad -

lo + leído