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Romper el silencio mediático general sobre alternativas a las guerras

Martí Olivella i Solé
Martí Olivella i Solé
Del primer grupo de objetores a la mili (1975). Promotor de www.lluitanoviolenta.cat para un mundo más equilibrado y habitable (www.equilibra.cat). Impulsor de la campaña www.aturemlesguerres.cat y de la AutoDefensa Noviolenta.
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análisis

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El 28 de diciembre de 2022 presenté un escrito de queja a la Fundación Consejo de la Información de Cataluña en relación a «la falta de información en los medios sobre la campaña www.aturemlesguerres.cat, excepto la cobertura de unos pocos medios, que podría vulnerar el Código Deontológico de la profesión» al que están adherido 115 medios catalanes. Campaña que habíamos comenzado el 2 de noviembre.

La queja comenzaba: «Según el artículo primero del Código Deontológico, El profesional del periodismo está comprometido con la búsqueda de la verdad, ésta búsqueda de la verdad fue la principal guía de M. Gandhi. Y, como él mismo decía: «Satyagraha es, en sentido literal, la adhesión a la verdad y significa, por extensión, la fuerza de la verdad (…) y excluye el uso de la violencia pues el hombre es incapaz de conocer la verdad absoluta y, por lo tanto, no tiene la competencia de castigar». M. Gandhi, 1921.”

Y seguía: “Como miembro del primer grupo de objetores de conciencia 1975-1977 y participante desde el 2 de noviembre de la campaña www.aturemlesguerres.cat tengo serias dudas sobre la correcta aplicación de algunos de los artículos del Código referente a la información y contextualización de la guerra en Ucrania, en la mayoría de medios de nuestro país. Como en otras guerras, hay que lamentar la visión parcial, casi oficial, creadora de una opinión pública favorable a la posición de la «nuestra verdad».”

Y continuaba citando y comentando estos criterios del Código Deontológico.

«En concreto, según el Anexo D. Recomendación sobre el tratamiento de conflictos bélicos o armados, no vemos que los medios generalistas que se difunden en nuestro país cumplan casi ninguna de las 5 primeras recomendaciones en el tratamiento de la guerra en Ucrania:

01. Dar voz a todos los actores y promover la comprensión entre las partes implicadas. Favorecer el diálogo. [Sólo hay un enemigo, y como siempre, es una personalización del mal].

02. No deshumanizar ninguna parte; hay que hablar de las víctimas y también de los victimarios. [Se habla mucho más de unas víctimas civiles, pero no de todas; no se habla de los soldados como víctimas y, mucho menos de los objetores y desertores de los diferentes lados].

03. Evitar el lenguaje de las partes combatientes y de sus aliados. Exponer los engaños de cualquiera de ellas. [Se repite que la primera víctima de la guerra es la verdad, pero no se ofrecen otros lenguajes ni se desvelan engaños y mentiras de los aliados].

04. Mostrar los grupos que desde la base trabajan por la paz, no sólo los dirigentes. En particular, los esfuerzos de la sociedad civil, que atiende a las víctimas física, material y emocionalmente. [Más allá de los refugiados -básicamente refugiadas con criaturas- se omiten las acciones y organizaciones que desde el inicio han mostrado capacidad de resistencia civil noviolenta, como lo acredita el estudio del ICIP y NOVACT].

05. Explorar los conflictos en su complejidad y tratar la violencia y sus efectos tan visibles como invisibles, pero también ocuparse de las causas diversas que los han generado. [Falta en general el contexto internacional, los intentos rechazados de la Casa Común Europea, los olvidados Acuerdos de Minsk, el papel amenazador de la OTAN… la lucha por mantener la hegemonía de EEUU y el debilitamiento de la UE y de Rusia…] [También falta dar voz a alternativas a la defensa militar que han sido documentadas y estudiadas en AutoDefensa Noviolenta].»

Y la queja acababa con estas reflexiones:

«Acabada la guerra, se harán análisis de las informaciones sesgadas… pero será, como siempre, demasiado tarde para quienes habrán perdido la vida debido a las «verdades» aceptadas por la opinión pública, los medios y los gobiernos.

Para finalizar, sabemos que nuestra iniciativa www.aturemlesguerres.cat es minoritaria -como lo fue al inicio la de los primeros objetores-. Somos más 300 personas, en 10 (ahora 20) ciudades catalanas que cada día, cada semana, salimos a plantear una iniciativa por la paz a nuestros gobiernos y al Ministerio de Defensa.» [que ha sido despreciada por el Ministerio de Defensa al considerarse incompetente].

«Pero, precisamente porque esta iniciativa ofrece otro punto de vista, no debería seguir marginada por la mayoría de los medios, encepando el clásico dilema, de ¿no hablamos porque es poca gente o es poca gente porque no hablamos?».

La Fundación Consejo de la Información de Cataluña (CIC) el 26 de junio de 2023 ha tomado un acuerdo sobre esta queja en la que en general considera que no se está siguiendo el Código Deontológico:

«Analizada la queja presentada, comprobamos que (…) ha habido vulneraciones de todas las recomendaciones mencionadas en la queja recibida ya sea en algún momento u otro. (…) Por lo tanto, desde el CIC se hace un llamamiento a los profesionales del Periodismo a reflexionar sobre el tratamiento ético que se hace de la guerra de Ucrania. Animamos también a conocer mejor el Código Deontológico de la profesión periodística de Cataluña.

En el caso de la Guerra de Ucrania se pide un esfuerzo mayor para cumplir las recomendaciones del Anexo D: dar voz a todos los actores y promover la comprensión entre las partes implicadas; para no deshumanizar ninguna parte del conflicto; para evitar el lenguaje de las partes combatientes y de sus aliados; para mostrar los grupos que en la base trabajan por la paz, no sólo los dirigentes; para explorar el conflicto en su complejidad y tratar la violencia y sus efectos tanto visibles como invisibles, pero también ocuparse de las causas que los han generado; para evitar el sensacionalismo y también impedir la emisión sin control de mensajes en línea que sean belicistas, xenófobos, racistas y sexistas; aprovechar las similitudes entre los conflictos para que las experiencias constructivas ayuden a los que aún no han encontrado un camino de resolución; y por mencionar siempre las fuentes de la información y, en el caso de informaciones hechas bajo censura o imposiciones, hacerlo saber a los receptores.

Recordemos que la base del trabajo periodístico es entender el conflicto y hacer que la gente lo entienda y eso sólo lo conseguiremos a fuerza de escuchar a todas las partes y sus motivos. Por eso los / las profesionales deben tener una visión clara y crítica de cada conflicto y no pueden servir a una de las partes.

También animamos a la profesión periodística a mostrar un mayor compromiso con la paz. Debería ser un principio implícito del periodismo pues forma parte del compromiso con la ciudadanía. El periodismo sólo puede ser beligerante con la verdad

El CIC envió este acuerdo a los 115 medios adheridos al Código Deontológico a finales de junio. De momento, ¡!continúa el silencio mediático general sobre alternativas a las guerras!!

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