Cuenta la leyenda que Juan Carlos Ferrero contrató a un excelente jugador argentino, había llegado a cincuenta y cinco del mundo, para entrenar a su pupilo estrella: Carlos Alcaraz. El tenista argentino se llamaba, se llama, Facundo Bagnis, y además de gran jugador es zurdo.
Esa fue la razón por la que lo contrató Ferrero, para que Alcaraz se acostumbrase a jugar con alguien que al apoyarse en su mano siniestra hacía correr la bola de modo distinto; nunca ha sido lo mismo ser diestro que siniestro..
Entrenaron muchas veces, hasta que Facundo dijo que no podía más, que Alcaraz le ganaba siempre y le hacía perder confianza en sí mismo.
Eso dice la leyenda, y añade la cercana realidad que en el torneo de Miami 2023, como puede consultar cualquier aficionado, le tocó a ese mismo jugador argentino zurdo, hoy número 100 en el ranking de la ATP, enfrentarse con quien había sido su pupilo. El primer set Carlos Alcaraz lo machacó por completo: 6 – 0, pero en el segundo set Bagnis consiguió hacerle al menos dos juegos al actual número 1 del mundo.
Desde aquí le aplaudimos y felicitamos por ello, a Bagnis. Bravo al maestro y bravo al alumno.
Tigre Tigre