Un soldado de la Guardia Nacional de Ucrania ha abierto fuego contra sus compañeros en una fábrica aeroespacial. Ha matado a cinco y herido a otros cinco antes de huir con su arma, ha confirmado el Ministerio del Interior.
«Un miembro de la Guardia Nacional de Ucrania ha disparado con un rifle de asalto Kalashnikov contra los guardias de la fábrica, luego ha huido con su arma. Como resultado, cinco personas han muerto y otras cinco han resultado heridas», ha dicho en un comunicado.
La policía lo ha detenido tras un importante operativo de busca y captura. «Artem Riabchuk acaba de ser detenido por agentes de policía en la región de Dnipropetrovsk, en el centro del país», ha escrito el ministro Denys Monastyrsky en Facebook.
El ministerio señala que el incidente ha tenido lugar la noche del miércoles al jueves en Dnipro, en el centro del país, en la fábrica Yuzhmash de naves y lanzaderas espaciales, pero también de misiles y de vehículos y herramientas industriales. «Los motivos del crimen todavía se desconocen», ha indicado el ministerio.
El agresor, nacido en 2001, acababa de recibir su arma antes de iniciar su turno de guardia. Las autoridades han publicado una foto del joven uniformado y con la cabeza rapada, identificándolo como Artemi Riabtchouk, nacido en 2001 en la región costera de Odessa.
Rituales de iniciación
Los tiroteos en las unidades militares de los países de la antigua URSS son un fenómeno recurrente, a menudo vinculado a las novatadas, que durante largo tiempo han sido un problema mayor en estos países, especialmente Rusia.
Aunque la situación ha mejorado, estos ritos de iniciación son regularmente causa de suicidios o asesinatos.
Además, los militares ucranianos están entrenando a funcionarios sin experiencia para que puedan combatir. Se trata de brigadas civiles a las que someten a un duro entrenamiento para que estén preparados para un posible conflicto armado.
Un veterano de guerra e instructor explica ante las cámaras que tienen que necesitan «una reserva para el ejército y para las Brigadas Civiles». Algo que defiende también el alcalde de Lviv, Andriy Sadovyi: «Tenemos que estar preparados par proteger nuestro país y nuestra tierra».
Muchos de los funcionarios que ya están entrenando con el Ejército hicieron el servicio militar obligatorio, pero no tienen ninguna experiencia de combate. Dimytro Romarkiv, empleado de transportes, explica que los militares les dan «conocimientos para situaciones extraordinarias».
La tensión con Rusia sigue escalando y, por ejemplo, en Donetsk -pegada a la frontera con Rusia- no confían en que la situación vaya a relajarse. Es uno de los territorios que declaró la independencia en 2014 y en muchos de sus edificios no tienen ni agua corriente.
